Alguna vez se lo hemos dicho a ellas, pero lo mejor de Meet & Live es que sacan todo lo bueno que tiene Alicante. Aquí tendemos a esconder nuestros brillos, pero «la resistencia» sabe buscar (y encontrar) el espacio, lo llenan de luz y le ponen una banda sonora para LLENAR los asientos pertinentes SIEMPRE, algo que quien ha montado un sarao sabe que no es, precisamente, algo sencillo, y menos en estos tiempos de mascarillas, distancias de seguridad y nuevas normalidades.
Por suerte, hay cosas que no han cambiado, a pesar de los miedos. Se podría decir que incluso han mejorado, o se han reinventado, porque al replantearse cómo hacer las cosas, siempre hay un perfeccionamiento de lo que ya, de por si, funciona bien.
El sábado se cerró la décima edición del LIVE THE ROOF, quizá la más atípica, por razones obvias, o no, porque en lo alto del Castillo de Santa Bárbara la música ha suavizado el impacto real del puñetero Covid-19. Seis Sold Out´s, en Conciertos de Shuarma, Full, Veintiuno, Carmen Boza… y dos bandas de aquí: Sienna y, el cierre de ciclo: Gran Angular.
La elegancia no está reñida con el buen gusto de un presente que se clavará en nuestras mentes, aunque algunos lo quieran llamar postureo. 200 personas vestidas de gala y con un comportamiento más que ejemplar, en un patio de armas de todo un castillo decorado para la ocasión.
La entrada incluía un cocktail, para abrir boca y, por qué no decirlo, para facilitar el networking previo al concierto. Ver el castillo de noche ya es un premio, mirar la ciudad de Alicante iluminada desde las alturas, el complemento perfecto, y todo lo demás es la reinvención del sueño de una noche de (final de) verano, de Shakespeare con música #MadeInAlicante y la tranquilidad de hacer del ocio una forma de relax alternativa.
A eso de las 22.00h el cuarteto alicantino Gran Angular acalló las conversaciones que se mezclaban durante la espera. «Aquí y ahora» fue un buen punto de partida. Como Jorge, el cantante, dijo en su primera intervención, «hoy en día la música en directo es un privilegio», para el que toca, y para el que escucha, y eso facilita la simbiosis entre los artistas, el público y las chicas que están ojo avizor para que nada falle.
Desde el principio se notó que tocaban en casa. Speeches muy largos, los nervios de que entre el público haya progenitores, amig@s, novias… y niñ@s… y un formato menos eléctrico que ponía a prueba a cuatro tipos que llevan relativamente poco tiempo embarcados en un nuevo y fructífero proyecto.
Adaptado al modo electroacústico, no se guardaron ninguna. Una mezcla autodefinida como el medio camino entre los «dejavús» y «les non-vivants», o lo que es lo mismo, lo que ya hemos podido escuchar y lo que está por venir, más alguna versión, en mi modesta opinión, totalmente innecesarias.
«Zigoto» es un álbum completo y bien pensado (y grabado). Nada que envidiar a lo que proponen otras bandas nacionales en Sonoramas y Lows. De hecho, si tuviéramos más sitios, y más Meet & Lives, para rodar a bandas, podríamos hablar de la época dorada del pop alicantino, con nombres como Sienna, Júlia, Gimnástica, Mailers, Olivia, Vera Green, Monserrat, Puerto Príncipe, Yokoba, La Jeteè, Geisers, Milton, Alan Parrish… objetivamente, con el marketing y el orgullo local de Granada, Sevilla o Murcia, seríamos la hostia, pero, por desgracia, estamos aprendiendo a cosas tan sencillas como unirnos, ponerlo bonito o respetar a artistas, medios, promotores, montar directos…
La cuestión es que, como reivindicaban los propios Gran Angular, se agradecerían más espacios donde rodarse para poder pulir detalles y «competir» con el resto del mundo, o hacer intercambios, para que parafraseando las canciones que sonaron: de «mi lugar» (Alicante), montemos un «plan de evacuación» para vivir «el despertar» de la música (y la cultura) de La Terreta.
«La meta» está clara. El proceso que nos lleva hasta ella tiene momentos buenos, como el de ayer, malos: como los 6 meses de parón obligados, arreglos, periodos de reflexión y de creación, mucha conversación, diseño de caminos y, claro, recorrerlos.
El sábado fue el primer paso. Uno de esos momentos que cuando la banda lo peta en festivales, te ríes y dices: «yo los vi cuando no los conocía nadie». El proceso es lento, como dice la canción de «empezar», tener derrotas y pelotas, saber hacer autocrítica para mejorar, y que el viernes que viene, en la final del EMERGE, ya en formato eléctrico, el segundo capítulo sea otra mueca del «verano en la piel». Canciones tienen, el hit para Radio 3 (Plan de evacuación), con su ¡ohohoho! y todo, también, así que toca moverse, ganar presencia, creérselo un poco… y a rodar, que para eso somos una de las provincias más festivaleras de España.
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