Durante una hora hicieron honor a su nombre y destriparon nuestras ansias más beatpunk con una intensidad digna de la adrenalina más azucarada de las chocolatadas que nos preparaban nuestros padres, antes de que los dos dígitos eliminaran la inocencia de nuestras edades más tiernas.
Con una cara de loco digna de Billie Joe Armstrong cuando grabó el video de «basket case» el cantante fue escupiendo temas del «why sould i care about you» dando alas a nuestros alteregos más primates. Y así, como monos en celo, acabamos dando rienda suelta al matiz que separa la depresión de hacerse mayor con el placer de ganar experiencia. Y antes de que la senectud aplaque nuestras ansias de acumular buenas historias en nuestras quijoteras amortizamos los, todavía jóvenes, muelles de nuestras rodillas y acabamos la celebración brindando porque se repitan muchas fiestas como estas y porque Santa Leonor cumpla muchos años más y que nosotros los bailemos.
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