Resulta curioso que cuando uno se decide a volver a ser periodista, la muerte de José María Esteban interrumpa mi descanso. Otro café pendiente. Y muchas preguntas que quedan en el tintero, porque aunque su «Gracias por estar aquí. Historias de la movida alicantina» sea ahora una parte de su legado, el amigo Esteban se lleva a la tumba muchos detalles que se perdieron en los cientos de retoques que tuvo su disección de lo que Alicante fue, musicalmente hablando, hace ya, demasiados años.
Muchos comparan nuestras trayectorias, pero la verdad es que lo que más nos une es dar relevancia de contar lo que pasa, él con su prisma, yo con el mío, pero, de alguna manera, ambos reivindicamos que la historia, tenga más o menos aderezos, necesita un narrador. Aunque tristemente, cada vez, la labor del periodista es menos agradable, más precaria y poco valorada.
Ahora, que la imposibilidad de rebatir más, les otorga un precio mayor, guardaré sus críticas por mensaje de Facebook como oro en paño. «Acostúmbrate a ser el malo, aunque seas el bueno» fue una de esas frases intercambiadas que más me han ayudado a entender a Alicante. Como yo, él, también, vino de fuera (de Melilla y Catalunya) y vio esa parte de decadencia mejorable de la que yo, también, me he ido desenamorando con los años.
Una de las cosas que no me dio tiempo a decirle, es que me da miedo acabar como él, sobrevalorando las experiencias, hasta el punto de perderme otras, que quizá merezcan más la pena. Los melómanos tendemos a refugiarnos más de lo debido en «los tiempos mejores» ignorando que la enseñanza que nos aportaron, no vale ya para muchas de las cosas que pasan hoy.
El destino ha hecho que comparta viaje al más allá con Carlos Tena. Seguro que temas de conversación no les faltan. Justo los que a mí me quedan ahora, en busca de un nuevo interlocutor con el que comparar pasados lejanos, con presentes por describir.
Que la vida te sea leve, amigo. Sólo se llora al que deja un buen recuerdo como el que tú me dejas a mí con un montón de historias que te llevas contigo.
Deja una respuesta