El Facebook es una mierda, pero a veces tiene cosas buenas. El sábado Miguel Carratalá (Un fulgor de Moda Antónima), uno de los gestores musicales más activos de Alicante, publicó esto en su muro:
«Nadie se pregunta qué programación hay este año en el castillo de Santa Barbara. Porque el año pasado se pasó bien allí con The limbos, Za, javier Ena, Trilitrate, Encono, Morgan y la fiesta Girl Power con Feten, Piramides y Rosy Finch, no?
Conciertos con mucha gente disfrutando en el Castillo, algo que el sentido común diría que seguiría ocurriendo al margen de quién sea el concejal o los programadores implicados, no?
Si funciona y a la gente le gusta, que siga.
Este año eso se ha acabado, vamos para atrás, y lo peor es que nos da lo mismo, nos la sopla lo que se hace con los recursos y los emplazamientos públicos.
Entérense al menos de lo que se cuece este año en el Castillo, porque se han reducido los conciertos de entrada libre pagados con recursos públicos.
Comparen programaciones e Indignez-vous ! coño!!!
- 2017: http://www.alicanteturismo.com/…/a-la-llum-del-castell-2017…
- 2018:http://www.alicante.es/…/esti…/triptico-verano-2018-cast.pdf «
Nosotr@s ya nos quejamos el mismo día que se presentó la programación… pero bueno…
Como suele pasar en estos casos, un puñado de «aburrid@s culturetas» despertó, de repente, y más de 30 comentarios hilaron el desgaste, con el diseño de cuarto de la ESO de las últimas propuestas públicas, la difusión menguante, la calidad (¿qué calidad?), el esfuerzo infravalorado y las típicas palmaditas en la espalda del que no se entera que esto no va de dorar la píldora, sino de tomársela…
Miguel tiene 2859 amigos de Facebook y tuvo 30 comentarios… total, un 1% de osados comentaristas de la jugada de la indignación. De 300.000 habitantes de esta ciudad, 3000 «amigos», más o menos, son las personas que leen Alicante Live Music cada día… otra vez un 1%. ¿Casualidad? No. Yo creo que, más bien, esa es la realidad que tenemos en Alicante.
Es de recibo decir que la militancia de ese 1% es digna de mención y que más que apuntarse al bombardeo: fabrican la bomba, activan el mecanismo, corren y extienden la onda expansiva como si fuera posible sacar del letargo al otro 99 % de la población.
La satisfacción de todo esto suele ser irrisoria: un pago tardío, un agradecimiento sincero… pierdes tus derechos: porque si te quejas: eres un exagerado, si peleas: tienes un alto porcentaje de llevarte un buen hostión público o privado, si te acercas a un político te etiquetan, si te acercas al contrario eres una «veleta», si sales de tus gustos: vendido, si ganas dinero: comercial… para criticar, es verdad que sí que hay cierto consenso y unanimidad. Lástima que Fuenteovejuna no sea ejemplo para menesteres más complacientes, porque está claro que infravalorar el trabajo es más fácil que secundarlo, y como no hay cooperación, acabas teniendo la sensación de que la vida cultural de esta ciudad es una mezcla entre un dejavú y una montaña rusa que pasa más tiempo abajo que arriba.
¿Cuál es la conclusión de vivir sin el reclamado «Indignez-vous»?, que el verano en el Castillo es una mierda, que las subvenciones se esfuman, que el flamante Consell de Cultura se disolverá, que la calidad mengua, la agenda pública se vacía, el mapa cultural parece un solar de los tiempos de crisis, los permisos para los eventos privados vuelven a tener visos de ranciedad y amiguismo y que, como pasaba en tiempos de preluz, hay más paripé que cultura real.
Lo fácil es echarle la culpa al político, pero aquí el que vota es el ciudadano, el que no va a ningún evento que no organice él, o su amigo, es el ciudadano, el que no fomenta el boca a boca es el ciudadano, el que se queja por todo y no hace nada: el mismo y el que pisotea el avance de estos 3 o 4 años, también tiene la misma cara aunque no esté afiliado oficialmente a ningún partido.
Dejad ya el puto facebook y empezar a hacer cosas. Haced una valoración objetiva de lo que os queda, aparcar un poco vuestros egos de mierda y sumar ¡coño! que parece que en las clases de matemáticas de los colegios de Alicante, sólo enseñen a dividir y a restar.
¿Queréis conciertos buenos? ganároslos ¿queréis calidad? meteros con lo que consideréis que no la tiene (no basta con no ir), ¿queréis más cultura? convenced a vuestro entorno de lo que satisface descubrir vida más allá de la caja boba, educad a vuestros hijos/sobrinas, regalad discos, libros, entradas… si veis a la concejal de cultura preguntarle por ¿qué fue de los limboos, del festival de Teatro Clásico, del Consell de Cultura, de la democracia electiva de los eventos, de la agenda o del mapa cultural?. Si veis al diputado de Cultura, decidle en qué invierte vuestros putos impuestos y si os cruzáis con el Conseller de Cultura, decidle a ver si algún día ve que hay vida más allá de la lengua y de la capital.
Lo hacíais con Dani Simón y lo hacéis conmigo, con Miguel, con los dueños de los bares que cerraron, con las publicaciones culturales que volaron… así que no sé lo que os frena ahora para levantar la voz.
Para motivaros: 5800 personas conforman el entramado de las Hogueras, el 2% es el doble que el porcentaje de adeptos a las artes.
Quién sabe, igual con la indignación, aclaramos definitivamente la diferencia entre fiesta y cultura, o las separamos, o ¿por qué no? sacamos de las cloacas a las que callan, les igualamos en número y aunamos el poder ciudadano para tener la ciudad que durante algunos tramos de los últimos 4 años hemos imaginado…
Las matemáticas son exactas, pero los sueños compartidos no se pueden contabilizar ¿o sí?
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