- Texto: Carmen B
- Vídeo: Victoria Lourdes.
Ir a la Jámtrica del Taller Tumbao es un ejercicio que todas las médicas deberían recetar: El arte y/de dejarse sorprender. Allí eso es algo inevitable. Nos pasma a las que no fallamos nunca y fascina a la que lo prueba por primera vez.
Esta vez, la lista de decididas a subir al escenario era muy cortita. Pero conmoverse, aquí, es un deporte de equipo y, por eso, cada una de nosotras estábamos muy decididas a seguir cuidando mucho este espacio, estos momentos y esta reciprocidad que la Jámtrica, y quien se deja atrapar por su magia, intercambian.
Retroalimentarse es muy fácil cuando un sitio, en el que nadie sabe lo que puede pasar, se llena de caras nuevas cada mes. Justamente, esa es la clave, escribir una historia nueva, y diferente, entre todas. Atreverse a subir al escenario no es más que el primer paso. Y luego la sororidad imperante hace que se hile lo que tú expresas, con lo que la siguiente tiene que decir, cantar, recitar o coser.
Lo bueno, siempre, se queda corto. Acaba en ese punto perfecto de intensidad que te da la energía que luego te falta el resto de la semana. Ahí es dónde las sonrisas y las sensaciones cobran otra vida y dónde entiendes que la diversidad es el resultado de sumar lo que una necesita expresar y lo que otras interpretan sobrecogidas, asombradas y tratando de dibujar con cada arruga de la cara, la sonrisa precisa, el asombro más nítido o la intensidad del ahora encarnado en las ganas de aplaudir.
Un día más, fuimos todas de barro y guerreras, pisando fuerte y a la vez sin dejar de temblar… Fuimos todas compañeras y nos hicimos disfrutar… Fuimos la estela del ambiente cálido donde una quiere estar. Siendo pocas estábamos todas. Incluidas las que no llegaron y las que están por venir.
Así que el deseo es obvio:
¡Que la Jamtrica siga siendo siempre una opción!
y que el hecho de no saber qué va a pasar no le asuste a tu razón.
La siguiente vez, vente y date permiso, que el escenario es solo un escalón
para atreverte con lo que sea que hagas con corazón.
EL VÍDEO
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