El jazz se puede vivir de dos maneras: Una como un don exclusivo que no quieres compartir, o como un bien público que no todo el mundo entiende pero que muchos disfrutan cuando lo prueban.
En Alicante, aparte de la moda del Lindy Hop (que abrió determinadas puertas del swing), el jazz se entiende como un don exclusivo. Una música elitista, cara de ver, difundida sólo entre círculos «selectos» y con más postureo que didáctica. La consecuencia es que la media de sus seguidores ronda los sesenta años y que lo que otrora era un festival de jazz ahora es un mezcluje en el que tocan Miguel Poveda, Antonio Carmona o Luz Casal. Vamos que más que un estilo musical es como una de esas plantas que, de tanto cuidarlas, acaban muertas.
A mí me gusta el jazz: Cuando tengo tiempo de desayunar me dejo acompañar por Chet Baker, Charlie Parker o Django Reinhart, leo con Madeleine Peyroux, Miles Davis o Ella Fitgerald de fondo y adoraba preparar los cockteles en la época en la que pinchar en bodas resultaba rentable. Desde niño mame jazz en las calles de Donosti y sí, acabé viviendo un sinfín de noches en el Altxerri, quizá por éso, aún dedicándome a contar vivencias musicales, siempre me guardé para mí ese resquicio que nunca quise relacionar con trabajo.
Aquí, a veces, el verano deja de ser caluroso y adquiere un matiz norteño. Una pincelada en San Javier, otra en Polop, otra en Altea, otra en Denia, en Xàbia… y, también, en Sant Joan. Primero con un julio en la casa del reloj y ahora, en agosto, sesiones en una lujosa villa con nombre poco glamouroso: Ramona.
Como a mí me gusta ponerme en situación, nada más entrar, rebajé las dosis de color y me puse en modo Benny Goodman con gente algo estirada, sillas pegadas ante un espacio reservado para la big band,una barra escasa de comida y cierta solemnidad a mitad de camino entre un teatro y la verbena de un pueblo.
Un buen amigo mío siempre dice que el jazz no suena bien con la camisa por dentro. Quizá por eso, el principio me resultó un tanto cuadriculado, falto de locura y algo previsible. Los presentes ponían más atención a enfocar bien con las cámaras de sus móviles que a lo que estaban tocando ¡Dios, ya hasta los abuelos tienen Instagram!
Así que rompimos la ley seca y nos pusimos a degustar cebada burbujeante unos, y Gintonics otros… el tedio empezó a descarrilarse, un botón suelto en la camisa, un giro a la izquierda, la presión de cuatro niños sentados ante la banda, las sillas rompiendo la línea establecida, se apagan los móviles, porque cuesta hacer fotos con un vaso en la mano… la música no sube de intensidad, les ha dado por el rollo Sinatra, el «cheek to cheek» y esas cosas más pulcras. Que el director no se sepa el nombre de la mitad de la banda denota que no ha habido mucho ensayo, pero bueno, me da que los oídos del patio no son demasiado exigentes y que justamente éso es lo que ha marcado el marchamo del repertorio.
No voy a decir que me aburrí, pero casi, y encima me quedé con hambre: de comida y de no tener un «Altxerri» al que perseguir al saxofonista de las rastas o al señor Lizón para darle un toque más bebop a la noche con más vasos y menos botones atados en la camisa.
Quizá el problema sea yo, o quizá sea que va siendo hora de que la exclusividad se rompa, o se renueve, antes de que esta apuesta por el jazz acabe formando parte de esa colección de cosas que pasaron y no se volvieron a repetir.
Miles Davis se llamaba. Hay que copiar bien de la wikipedia
Hola Pedro!
Cuando uno copia y pega de la wikipedia en la ortografía es justamente en lo que no se equivoca, otra cosa es cuando te molestas en escribir…
Un saludo.
Hola, Pedro.
No te preocupes: los escucha (a Miles, a Chet, a Ella…), los escribe sin wikipedia… però sigue sin entender que son genios de la música y que, por tanto, querer que nosotros estemos a esa altura solo demuestra que no es consciente de su excepcionalidad. Yo es que estoy harta de «setciències» con mala baba.
Un besico.
Hola, como no sé quién eres te llamare “X”. Estoy de acuerdo contigo, el problema eres tú. Vaya auténtica chapuza de artículo, espero que no te dediques profesionalmente al periodismo porque si es así es que algo va muy mal.
Publicaciones como esta dejan patente la mediocridad con la que nos encontramos en Alicante.
Saludos “X”
Hola!
Mi nombre es Jon, no X. Puede que yo sea el problema, pero escribo lo que veo y lo que pienso, igual que tú puedes pensar que el mediocre soy yo y no tú.
En cuanto a mi trabajo… llevo 11 años haciendo crónicas de conciertos y estoy acostumbrado a las palmaditas cuando son buenas y a este tipo de «ataques» cuando el artista de turno se siente herido. Y me he acostumbrado a que ni una cosa ni la otra me influyan para seguir haciendo mi trabajo.
Un saludo.
Doncs sí, Voro… Però agafa-ho com un experiment sociològic. És lamentable, però gent així existeix , amb internet, tenen un camp ampli per difondre coses que, d’una altra manera, ningú els publicaria.
Un beset, perla
Vaya, Jon… Mi comentario ha desaparecido. Llamar «mediocre» a Voro ya te retrata. Puedes llevar 11 años haciendo crónicas o veinte mil, pero si no te pones las pilas en el jazz y opinas sobre él, tu opinión es, como se dice en mi pueblo, «brofegar». Espero que todos tus otros artículos estén mejor argumentados. Siempre digo a mis alumnos jóvenes que puede ser que una música no te guste, pero para decir que es mala, hay que saber de música. Tú, por lo que he leído, tienes poca instrucción musical, pero por lo que te he escuchado, ciertamente deberías ser un poquitín más humilde, la verdad. No voy a hacerte la crítica de tu música, claro. El mercado se regula solo, pero me da mucha rabia, de corazón te lo digo, que ataques sin fundamento y con educación dudosa (y si no sabes donde está la falta de educación, tienes otro problema) y no dediques tu tiempo y energía a estudiar a fondo aquello de lo que hablas. Creo que estás totalmente desubicado y el hecho de que creas que hay que cobrar 114€ por bolo mínimo no te convierte en adalid de la lucha por la dignificación de las condiciones laborales de los músicos. Y si tanto te dan a diestro y siniestro gente profesional del gremio, considera la posibilidad de mirar con «amor y unión» (armonía) a la gente que vivimos de y para la música. Prueba a no envidiar a los otros. Verás que todos respetarán tu opinión, aunque sea contraria y, a lo mejor, hasta te salen más bolos. Yo no opino de «hard pop» porque no sé qué es, pero prometo informarme antes de acabarlo de escuchar, y seguro que entenderé y ofreceré algo que te ayude a mejorar, no con ánimo de menospreciar tu trabajo.
Hola!
Ni la envidia ni la falta de humildad me caracterizan aunque respeto tu opinión desde no sé, exactamente, qué prisma. Pero bueno, creo que visto lo visto, asumo las críticas mejor que tú. Creo conocer perfectamente mis limitaciones, por eso mi carrera musical siempre se limitó a divertirme y nunca tuve más aspiraciones, ni de dar más bolos, ni de instruirme en algo que no me iba a dar de comer. Eso sí, me pongo en la piel de los profesionales de la música porque de manera más o menos profesional, me he subido a un escenario unas cuantas veces (lo que me da más vivencias que envidias), y como promotor circunstancial puedes buscar referencias también de lo contento que han salido los músicos con los que he tratado.
En cuanto a la unión de los músicos quizá seas tú la que deba bajarse del burro y preguntar a los músicos, y músicas, de esta tierra lo que aquí hemos hecho por darles voz, promocionarlos y pelear por sus derechos. Igual te ries un poco menos de nuestro trabajo. Y quién sabe, igual hasta te sumas a nuestro archivo de la música.
Es la primera vez en 37 años que me tildan de mal educado y de envidioso, pero ya que me das consejos, yo te doy uno: antes de opinar tan abiertamente, trata de leer (e interpretar) lo que he escrito. Yo respeto vuestro trabajo y acepto el consejo del primero de tus comentarios: iré a ver bandas reducidas. Lo demás, me parece una pataleta que no voy a entrar a valorar. Como he dicho, es más que probable que tú sepas más de jazz que yo, de hecho estoy rodeado de muchísima gente que sabe mucho más que yo de rock, de pop, de música electrónica y de todos los estilos que tiene la música. Más allá de eso, esta web, aparte de un criterio musical abierto, habla de sensaciones, promueve eventos alternativos y si algo no me gusta lo digo. La gente que nos lee habitualmente, conoce ese criterio, nuestras formas y nuestro fondo. Creo que tú no lo has entendido, o te ha cegado el ego, o la falta de capacidad para asumir una crítica, que no es tal, porque yo no me he metido con vuestra música, para mí es más cuadriculada y previsible de lo que esperaba, lo que no quiere decir que sea mala, o que al resto de los presentes le pudiera gustar más o menos. y ya que estoy, yo no he llamado mediocre a nadie…
Pero como el 50% de las cosas que se publican en esta web: es una opinión susceptible a ser rebatida. Así que agradezco que incrementes las visitas al post con tus comentarios y que os divirtáis metiéndoos con un medio, al menos, igual de profesional que vosotr@s. Aquí abogamos por la libertad y tenéis el mismo derecho que nosotr@s a que algo no os guste. Pero ya que pides argumentación para mi crítica, a lo mejor, podrías aplicarte el cuento y concretar lo que no te gusta para que aprendamos, porque aquí es lo que nos gusta: aprender de nuestros errores, no insultar por insultar, ni promover una cruzada con no sé que fin.
Te deseo mucha suerte y, como a todos los agentes culturales de esta provincia, te abrimos las puertas para lo que necesites.
Un Saludo.
Por proliferación de mensajes y comk estoy de vacaciones he vuelto a leer la crónica y sigo sin encontrar por ningún lado donde dice que los músicos sean malos. Sí dice que les costó calentar, que él fue buscando una cosa y no la encontró y que se quedó con hambre, ahhhh y que aunque le gusta escuchar jazz, no es un especialista en la materia.
Tras leer estos comentarios pienso dos cosas. La primera que no os han hecho una crítica en vuestra vida. Y la segunda , consecuencia de la primera, es que como os lo tomais a lo personal vuestra respuesta es meteros con el trabajo de Jonn cosa que es precidsamente lo que estais criticando que ha hecho él.
No sé si en este tema en particular tiene mas o menos razón, pero vuestros comentarios hacen que hoy este blog tenga más sentido que nunca, porque habeis desnudado todas las cosas a cambiar que en él se critican cada semana.
Mucho ánimo y que estos mensajes no te desvíen de todo lo bueno que haces por Al8cante u por su cultura
Bueno, me alegro de que subamos tus estadísticas, Jon, eso es lo que pretendes cuando haces estas cosas. Y cuando uno critica el trabajo de otro, se arriesga a que critiquen el suyo. Las críticas constructivas y fundamentadas, todas bienvenidas. Las otras, no aportan nada más que mal rollo.
Respecto a lo que Jon hace por la música en Alacant, no lo sé. Solo conozco músicos clásicos y de jazz, y a él lo he conocido ahora haciendo de crítico musical. Y por lo que leo, no sé a qué músicos alicantinos apoya, pero a mis compañeros no, desde luego.
En cuanto a que me lo tomo personalmente, pues sí, mira, sí. Soy una persona a la cual este señor no conoce de nada y me encuentro con estas frases tan graciosas de botones, bebop y rastas… Vaya por Dios… Qué risa, no? Pues nada, a seguir así, que parece que esto es lo que se hace para difundir la cultura, según algunas personas.
Creo que esto no da para más, estamos en ondas muy diferentes… Pero está bien saber lo que hay. Sobre el ego… madre mía… Cuando se estudia un montonazo de horas, no hay lugar para el ego. Sin embargo, el ego se cuela muy bien en el espacio que deja la desinformación. Yo soy de las currantas. Durante 45 años lo he sido.
Salut i molta música, de la bona, és clar.
Soy músico , y estoy totalmente de acuerdo contigo. En ningún momento veo que te metas con los músicos, solo que buscabas un ambiente más «jazzístico», y no fue así. Veo dos cosas, una que hay mucho divo/a qué se creen la releche por creer que hacen algo excepcional (y no) y dos, necesitan urgentemente clases de comprension lectora.
Vistos los comentarios lo demás no sé pero los dos primeros párrafos los ha clavado
Y yo desde hace muchos años pienso exactamente igual y por eso me voy a Valencia o a lugares más lejanos a ver buen jazz a un precio más razonable.
Nos encontrarás casi a los mismos que tocamos ese día.