REDACCIÓN
En mi vida, debo ser el único, rara vez encuentro algo que despierte la unanimidad de mi entorno. No sé si es una cuestión de que estoy rodeado de personas demasiado críticas, que me mezclo con gente muy dispar o qué… el caso es que me chirrían las cosas que se anuncian sin disidencias, porque me hacen pensar que, seguramente, si es tu conclusión final, deben haberte faltado unos cuantos de entrevistados en el tintero que no están de acuerdo, que dudan o que tienen otra opinión.
En Alicante, justamente, es fácil de desmontar ese consenso, que si fuera tal, estaría avalado por contrarios, dispares y hasta enemigos. Si a esa duda le unimos las inminentes elecciones y que el proyecto de montar un Palacio de Congresos en Alicante ya nos lo han vendido otras veces, lo que otros medios consideran titular, acaba aquí como un artículo de opinión o un intento de que, al menos, te preocupes por leer la letra pequeña del contrato.
Partimos de que el proyecto tiene un presupuesto (máximo) de 65 millones de euros. Que se va a hacer en el Puerto. Que quiénes lo presentan son Carlos Mazón y Luis Barcala, dos personas de un mismo partido. Aspirante a presidente de la Generalitat uno, y a alcalde de la Ciudad de Alicante el otro.. y que como siempre, todo se adereza con la presencia de los que, intuimos, contribuyen a la unanimidad: empresarios con determinados intereses, hacedores de burbujas varios, prestidigitadores del futuro de Alicante, la vicealcaldesa (que huele a que en breve anunciará cambio de chaqueta) y el director de la Autoridad portuaria que no dice demasiado sobre lo que aportarán ellos, aparte del espacio.
La parte dialéctica parte de «máxima seguridad y garantía jurídica» y excluye, así de primeras, a las instituciones que no Gobierna el PP. En el segundo corte, ya se tilda de icónico a algo que no tiene arquitecto, pero nadie explica que convenciones y congresos va a acoger conviviendo con IFA y con el otro anteproyecto de Palacio de Congresos en Elche.
A día de hoy, el ADDA no ha llegado a llenarse del todo en ninguno de los Congresos programados allí (salvo cuando han sido gratis o se han regalado los sobrantes de entradas para que no cantara la cosa más de lo debido). No tenemos equipos en la élite, para que la multifuncionalidad, sirva para algo más que para ser sede esporádica de, no sé, una selección (por ejemplo).
Nadie duda de que sea necesario, pero cuando una obra de tal tamaño y coste se realiza, suele venir avalada por todo lo que va a acoger, sus datos concisos, la capacidad hotelera de la ciudad para complementarlo y cosas que hoy no han aparecido por ningún lado.
Pero, eso sí, como antes La Ciudad de La Luz, el ADDA, Panoramix, el Casino… van a transformar la ciudad y a ponerla «en el lugar que se merece», generando un montón de puestos de trabajo, antes incluso de ser un proyecto.
A Mazón le ha tocado divagar sobre el «flujo permanente» de trabajo. De repente, sin que nosotros nos hayamos enterado, Alicante ha pasado, por arte de birlibirloque, de cuna de empresarios mediocres expertos en pelotazos vacíos, en sede de «expertos» analistas y economistas. Altos profesionales.
Todo para un espacio con un poco más de aforo que el ADDA, edificio que imaginamos que quedará relegado a la nada. Y con 2.000 metros cuadrados menos que IFA.
De cultura y deporte, que suelen ser las áreas más beneficiadas en estas apuestas, ni han hablado. Porque claro, en estas milongas preelectorales, el turismo vende más. Aunque llama la atención que esta vez, no hayan metido algo de «fiesta» en medio del discurso.
Por si el arquitecto, o la arquitecta, que gane el proyecto necesita inspiración, la palabra que mejor define todo esto es ESPERPENTO. Y no por innecesario, sino porque si esto es el plato fuerte de las propuestas de la derecha para las elecciones, no queremos imaginar todo el humo que nos espera en los próximos dos meses. Si todavía hubieran hablado de sede del Lucentum y Agustinos, de espacio multiusos para cultura o de una ristra concreta de eventos…. nos tendríamos que callar. Lo mismo que si los 65 millones fueran suyos. El problema es que el dinero que pretenden gastarse es público: 65 veces el presupuesto de cultura del Ayuntamiento (por ejemplo), en medio de la enésima crisis social y sin vincularlo, otra vez, con un modelo de ciudad.
Como el titular del artículo. Esto es un proyecto con nombre y apellidos. Ahora juzga tú hasta qué punto es unánime la necesidad de construirlo.
Inicio de las obras previsto en 2024
Tal como ha anunciado el presidente de la Diputación Provincial, el próximo miércoles el expediente de anteproyecto pasará por la Comisión de Contratación para su visto bueno y, posteriormente, se llevará al pleno ordinario del 5 de abril para su aprobación definitiva, tras lo que se procederá a la licitación, cuyo plazo será de tres meses, en los que se presentarán y analizarán las distintas propuestas. Según ha informado, se habilitará un jurado independiente de prestigio internacional con la participación de los distintos colegios profesionales que avalan este proyecto.
Llegado el momento, el trabajo elegido tendrá seis meses para adecuarlo con absoluta libertad y desarrollar la nueva fase, “en la que queremos conjuntar el proyecto final con la responsabilidad de iniciar la ejecución”, ha matizado Mazón, quien ha apostillado que los tiempos “los trabajamos de manera paralela para que en un plazo de nueve meses estemos en disposición de iniciar el último trámite, que será el de la construcción y puesta en marcha del edificio”.
Los proyectos que se presenten contemplarán una propuesta que ordene los terrenos sobre los que debe asentarse la construcción, situada en la plataforma entre los muelles 9 y A, y frente al muelle 7, conforme a las necesidades esbozadas respecto a plantas, alzados, secciones, perspectivas y detalles arquitectónicos y urbanos. También se adjuntará una memoria descriptiva del edificio, con factores sociales, técnicos, económicos y administrativos.
Un auditorio para más de 2.000 personas y otro para 500
Según ha explicado el director del Área de Arquitectura de la Diputación, Rafael Pérez, el futuro Centro de Congresos de Alicante dispondrá de un auditorio con capacidad para más de 2.000 personas, otro para 500 y una sala de conferencias para 300 asistentes, así como un aparcamiento en el que quepan unos 300 vehículos. Asimismo, contará con un área de exposiciones, despachos, salón multiusos y sala de prensa.
El presupuesto máximo estimado para la ejecución del proyecto asciende a 65 millones de euros, que se completarán con otros 220.000 euros con los que están dotados los premios del concurso de anteproyectos. El primero de ellos, con 90.000 euros, se convertirá en el trabajo elegido para su ejecución; el segundo con 60.000 euros; el tercero con 40.000 euros y dos accésits de 15.000 euros cada uno.
Los técnicos del Ayuntamiento de Alicante y los del área de Arquitectura de la Diputación han mantenido durante estos meses diversas reuniones de trabajo para coordinar los detalles de esta infraestructura, que contará con 26.000 metros cuadrados totales, de los que 18.000 corresponden al edificio del centro, que se pretende “icónico” y referente arquitectónico de la ciudad de Alicante. “Impulsamos un espacio multiusos, en el que tendrá cabida también Suma Gestión Tributaria con sus 200 trabajadores, para posicionar a la ciudad y la provincia en el epicentro europeo del turismo de congresos y convenciones”, ha recalcado Mazón.
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