Por Susana Riquert
Hoy me han avisado a las 11.30h de la mañana para decirme que, por orden del alcalde, tenía que recoger a mi hija del colegio antes de las 15.00h. Para cuando he visto el mensaje eran las 12,15h y trabajo a unos 40 minutos del colegio (cuando no llueve).
Mi primera pregunta, y obvia, es que si el tiempo es peligroso para profesores y alumnos, también lo será para mí ¿no?
La segunda va relacionada con la CONCILIACIÓN. Sé que el mundo está pensado para que un niño tenga dos progenitores y cuatro abuelos disponibles 24 horas.
Pero hay realidades diferentes. Como la mía: madre soltera, sin horarios flexibles de trabajo, que ya se siente bastante mal cuando agota la matinera y las extraescolares, que no llega a los diferentes días en familia que celebran los coles y que, encima, aunque siempre llega a tiempo, el humor del rato de tarde que dedico a mi hijo es digamos, estresante, con prisas y con el poco fuelle que me queda después de 9 horas fuera de mi casa.
La suerte es que hay madres que me entienden, y en días como hoy se ofrecen para darme margen. Lo triste es que debo ser un caso aislado y raro, para que nadie se pare a pensar que en dos horas y media, no puedo organizarme para dejar mi trabajo para correr a recoger a mi hijo. No todas tenemos pareja, ni abuelos/tías a mano.
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