El sábado se celebró en el Jendrix la fiesta de la séptima edición de la recopilación «Espacio Libre» que cada año hace nuestro buen amigo Maurizio Farci. Otros años hemos ido a ver los conciertos y a pulsar, sin mucho éxito, el estado real de la «escena alicantina».
Esta vez la historia fue diferente…
Últimamente ha proliferado en nuestras redes algo útil y necesario como los comentarios. Opinar es la base del debate y aunque llevábamos cuatro años tratando de generarlo, para ser sinceros, no habíamos tenido demasiado éxito.
Nos hemos quejado muchas veces de la condición templada de la ciudad. De que las críticas se hacían en círculos que no influían en nada en el funcionamiento real de la cultura. Algo así como ese habitual mosqueo con el que conducen los alicantinos, que provoca accidentes, insultos, tensiones… pero no cambia nada el tráfico.
Pues bien, el sábado, por fin, la gente se abrió. Y lejos de bailarnos el agua, o criticarnos por criticar, se nos acercaron unas cincuenta personas relacionadas con la música en Alicante, trasladándonos sus particulares visiones de la realidad de la cultura, de sus situaciones particulares, de las cosas buenas y malas que piensan de nuestro trabajo… nos quedamos sin ver los conciertos, pero nos llevamos una sensación de que nuestras críticas, al final, sí que han conseguido su propósito final, que no es otro que CONSTRUIR.
Seguramente, por eso son tan necesarios estos puntos de encuentro. Porque cara a cara, los supuestos, las ideas preconcebidas y todas esas mierdas dejan paso a un conocimiento de primera mano de las intenciones de cada cual. Y en eso, nosotros, siempre salimos ganando, porque no tenemos nada que esconder, todo lo contrario, cara a cara podemos explicar nuestros porqués, nuestras ideas, nuestras penurias y los matices que en una frase en un post no podemos aclarar.
Y, al revés, lo mismo. Un músico tiene cientos de problemas, que nosotros compartimos. De hecho, enseñamos gustosamente muchos mensajes privados (y positivos) que hemos tenido tras nuestras particulares críticas con los criticados. Es curioso que los propios artistas estén hastiados de la complacencia de amigos y medios que rara vez se saltan la norma de dar una visión extrapositiva de algo que no siempre es bueno.
Comentamos abiertamente artículos como las causas del fracaso de la música en Alicante, el de las luces rojas del Castillo del otro día, aquel en el que decíamos que gran parte de la culpa de todo lo que pasaba era del público. Hablamos de las actitudes de los programadores y los gestores de las salas, de los ayuntamientos, de la diputación… en definitiva, que hay críticas que llevan tres y cuatro años en las mentes de muchos afectados de la cultura. Gente que agradece el hecho de que nos mojemos y digamos lo que pensamos (aunque, a veces, no lo compartan) y, sobre todo, personas que entienden que generar debate es la única manera de empezar a cambiar las cosas y que aquí, hace más de veinte años que nadie hace de la discusión un principio de la solución del problema.
No sabemos si las cosas que dependen del dinero y del espacio van a variar, pero lo que sí que es cierto es que algo empieza a cambiar en la mentalidad del artista y de una parte del público que nos hace pensar que algo estamos haciendo bien.
Veremos si en 2019 seguimos creciendo…
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