«Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar…»
Hace tiempo que pienso que España tiene dos grandes problemas: unos políticos mediocres (tirando a incompetentes) y unos periodistas excesivamente templados que, por ser «políticamente correctos», no acaban de contar la realidad tal y como es.
Los primeros, con una sucesión de gobiernos estériles, han permitido que este país se vaya a la mierda con políticas más pendientes de llenar determinados bolsillos que de aportar soluciones a los problemas reales de la gente, lo que nos ha llevado a una estupidez colectiva basada en el titular fácil y el individualismo, que ha llevado a la atención pública a centrarse en cosas concretas que nos metían con calzador: Ahora ETA, mañana Catalunya, pasado la inmigración… y mientras, la sanidad se iba al garete, la educación perdía inversión, el paro subía y la justicia acumulaba despropósitos.
Hemos pasado de los debates serios a los escupitajos, de las posibles listas abiertas a los políticos de profesión… y en el camino nos hemos olvidado de lacras como el franquismo que ahora resucitan aprovechando el populismo casposo de los Trump, Le Pen, Salvini… en contraposición a ese 15M politizado que los egos del «coletas» y su tropa de apalancados ha desprestigiado (con lo que nos costó).
Era una cuestión de tiempo que los herederos de los 40 años de oscuridad volvieran a emerger de sus cloacas. El problema real es que todavía haya eruditos de la realidad (que no viven) sorprendidos con esta irrupción de Vox. Una nueva demostración de que algunos transitan por la vida de espaldas a la realidad.
Resulta curioso, que todavía hoy, haya gente que tenga más miedo al comunismo que al nazismo. Y me da que pensar que a estas alturas salvar la patria sea más importante que tener una sanidad de calidad, una educación sin barracones o un trabajo digno.
Es lo que tiene España, que mientras los franceses le dan la vuelta al país por una simple subida del precio de la gasolina, nosotros seguimos tragando mierda como si tuviéramos la mente narcotizada. Y algunos ceporros, en vez de pelear en la calle, como se ha hecho toda la vida, se esconden tras unas siglas, una bandera y un «tranquilo, que yo sé como se soluciona esto». Así empezó el nazismo en Alemania, así se cargaron las bondades de la segunda república española, así mataron a Lorca porque era gay, exhiliaron a todos los artistas que quedaron vivos en 1939 y dejaron sin cerebro a este país hace no tanto tiempo.
Lo visible es que esta Falange recalcitrante dice que va a acabar con la corrupción, con la inmigración y con la falta de unidad de España. La realidad que los periodistas templados y los políticos retrasados deberían hacer ver a los 395.978 personas que han votado a Vox en Andalucía, y los que parecen dispuestos a secundarlos en el resto de España, que aparte de la salvación de la patria, de la caza y de los toros, lo que esta gente pretende es devolvernos al siglo XX. Callar las reivindicaciones feministas derogando la ley contra la violencia de Género. ¿Os gustaría que vuestros queridos maridos os pusieran la cara como una berenjena cada día sin tener que rendir cuentas a nadie? ¿y qué tal si cuando eso derive en violaciones vuestras hijas, amigas o madres se vean obligadas a tener el hijo de su violador porque el aborto está derogado?
¿Os gustaría que vuestros hijos cantaran el cara al sol, honraran la bandera, dedicaran más horas de colegio a la religión que a aprender inglés? ¿y que nos quedáramos sin Erasmus? ¿sin ayudas europeas, que si os fijáis son las únicas que nos hacen dar pasos para adelante? y aquí va la excusa para el paleto máximo, parafraseada de la estupidez de los que hablan de Catalunya y el FC Barcelona ¿os imagináis que vuestro Real Madrid no puede jugar en Europa por que no pertenecemos a la CEE? ¿O que no podéis tener a Vinicius o a Marcelo, porque son negros, o a Courtois, Modric, Varane, Benzema, Ronaldo por que son extranjeros y no podéis tener más de 3?
¿Habéis estado embarazadas? ¿recordáis los nervios antes de la prueba de las 12 semanas que Vox pretende eliminar? y ¿el trabajo? ¿pensáis que el despido libre os va a ayudar? ¿creéis que que el empresario tenga la sartén por el mango va a llevaros a cobrar más? ¿y quién os va a defender cuando las organizaciones de trabajadores no existan porque las han ilegalizado?
¿Y la libertad? Sabéis que con Vox no podréis tener una «confesión» que no sea católica. Que el partido comunista, las ONG´S, los partidos nacionalistas, etc. volverán a ser ilegales, que ya no seréis vascos, ni valencianos, ni andaluces, porque España es una grande y libre ¿os suena de algo? ¿y el sindicato vertical? ¿os suena? Y si os digo que vais a tener que seguir manteniendo a nuestra querida familia real y que va a haber más gasto militar que en sanidad o en educación y ¿sabéis lo que cuesta derogar autonomías? y que volveremos a ser los primeros en morir en las «guerras» contra el Yihadismo, o que éso nos convertirá en primer objetivo de esos mismos yihadistas.
La falta de didáctica y de implicación con la sociedad nos ha llevado a esta sandez. Era obvio que más temprano que tarde la extrema derecha dejaría los cauces neutros del Partido Popular, lo triste es que los que debieron combatirla son los que han acabado alentando este movimiento que requería un enfrentamiento basado en la autocrítica y en los argumentos, en lugar de incitar a la abstención, de cansar a las masas y de alentarlas para seguir votando al menos malo como llevamos haciendo los últimos 20 años.
Susana Díaz, pensando que arrasaría, dijo en la previa de la jornada electoral que los resultados de estas elecciones serían el principio de algo nuevo… El día después, hay dos opciones, dejar que esta gente tenga poder, o buscar fórmulas escandinavas basadas en ceder y negociar. En Euskadi hubo 4 años de gobierno PP-PSOE, en Dinamarca ha habido casos de Gobiernos en minoría de la tercera fuerza… si como ayer decían: PP y Ciudadanos van a presentar sus candidatos, es tan fácil, como que en la segunda vuelta, el PSOE apoye al candidato naranja y la marca de Podemos en Andalucía se abstenga (algo que ningún analista político ha propuesto, con todo lo listos que son).
En lugar de eso, nos seguirán contando el cuento de «que viene el lobo» en lugar de pensar en el porqué de ese despertar masivo del facherío, que siempre ha estado ahí latente en Sevilla, Madrid, Valencia, las Castillas, Alicante, Murcia… Quien tiene miedo, es que no conoce España: un país de derechas que no ha sabido reinventarse. Este monstruo crecerá y se comerá los restos del PP, como está pasando en el resto de Europa. La cuestión es saber cómo lo vamos a combatir aquí… nosotros siempre lo tuvimos claro: la cultura, la sensatez, el medio-largo plazo, pero quienes mandan optaron por todo lo contrario y ahora son los que más miedo tienen.
Es hora de asumir la derrota en esta batalla y de buscar soluciones para no perder la guerra. Veremos si hay caras visibles que la combatan, o si siguen alentando el populismo con más mediocridad.
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