En época, todavía, preelectoral, proliferan los edificios vacíos a los que dicen que les van a dar un uso cultural. Barcala ha hablado de los Cines Astoria, Compromís de los Abaséis , Unidas Podemos del Ideal…en Elche del flamante Palacio de Congresos, en Torrevieja del Auditorio, Benidorm se ha postulado a la capitalidad cultural 2024… pero ninguno habla de personas y contenidos. Es decir, todos se olvidan de la GESTIÓN, u omiten la parte más importante de ese Uso Cultural: la programación.
Asumido por el 99% de ellos que la cultura es un marrón, igual es hora de que deleguen esta función, o que después de la foto que todos corren para hacerse en las presentaciones, se preocupen de que alguien competente rija la actividad de esos centros. Hay cola de propuestas de contenidos, un alarmante déficit de formación, locales de ensayos, partes del puzle que sólo encuentran aire en la Universidad de Alicante y muchos fondos europeos que vuelan, precisamente, porque los planes brillan por su ausencia.
A nadie se le ocurriría hablar de proyectos de reformas de calles sin el aval de un arquitecto, sin planos o sin farolas, tuberías, arbolado y demás. Pues en cultura, los planos y los planes van de la mano. El arquitecto es el gestor y las tuberías son personas con necesidades determinadas que nunca tienen respuesta.
Así que esta campaña, fíate del que hable de contenidos. Porque sino pasará como siempre, que lo que se ve por fuera no se corresponda con lo que debería haber dentro, o peor, que una vez elegidos, se olviden de la moción, contribuyendo a la precarización de un sector que ya, de por si, tiene bastantes problemas.
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