Dicen que los trenes pasan una vez en la vida – ¿te subes?- – ¿no te subes? – Hace tres años casi 75.000 alicantinos votaron por el cambio. El riesgo es que, a veces, los cambios son a peor. Y éso es justo lo que se ha ratificado hoy con el nombramiento de Luis Barcala como nuevo alcalde de Alicante.
En dos años: el PSPV, Guanyar y Compromís han hecho un ridículo espantoso siendo noticia más por pataletas de niños y mediocridades varias, que por hacer política. La consecuencia de no estar a la altura de las circunstancias es que la derecha (en la que incluyo a Ciudadanos) tiene argumentos, eternos, para su manido -«y tú más»-.
Hemos vivido desde el affair corrupto del alcalde que se aferra a su sillón como si no hubiera hemeroteca, hasta transfugas, pasando por discusiones de colegio en público y desavenencias derivadas del ego que la mayoría de los concejales de esta legislatura han tenido.
Ahora se echarán la culpa unos a otros, cubrirán de mierda a Belmonte y a Sepulcre o… vaya usted a saber. Personalmente, me da pena por Daniel Simón, porque creo que será recordado como el mejor Concejal de Cultura de esta ciudad. Por Víctor Domínguez, porque aunque su trabajo nunca será reconocido, yo siempre recordaré que un día hubo un contenedor marrón enfrente de mi casa. También valoro la labor de Sonia Tirado y su esfuerzo por tirar muchos de los muros que 20 años de oscuridad forjaron. Y me da pena que Eva Montesinos no haya llegado a ser alcaldesa. Creo que siempre debió ser la primera opción, por talante, por perspectiva y porque cara al público tiene mejores aptitudes que el resto de concejales (y asesores en la sombra) del PSPV juntos, bueno, quizá excluyendo a Sofía Morales, que ha sido el tono discordante de izquierdas, de verdad, en un sexteto más revolucionado por la ignorancia que revolucionario.
Imagino que el resto, si tienen dignidad y capacidad de autocrítica volverán a sus vidas anteriores y dejarán paso a gente que, realmente tenga ganas de cambiar las cosas. Al menos, nos queda el consuelo de que en la Comunitat, en Sant Joan, en Elche o en Villena, los pactos sí que han sido productivos. Veremos a qué conclusiones llegan, que argumentos esgrimen y como se replantean el futuro ahora que las fotos han dejado de ser creíbles.
Mientras tanto los ciudadanos decepcionados, seguiremos pensando cómo cambiar esta mierda.
Iván J dice
En Aspe también ha funcionado el pacto y lleva años dando buenos resultados