Ahora que es más evidente que nunca la necesidad de llenar el mundo de cultura, nos viene a la cabeza la duda de por qué los principales agentes culturales de la ciudad no hablan entre ellos. No nos cansamos de reivindicar todo lo que se hace bien, que es mucho. Nos congratula tener una agenda con tanta variedad y que tengamos la fortuna de decir que «no llegamos a todo (porque hay mucho)».
Dicho esto, conviene recordar que, aún, no se ha inventado el don de la ubicuidad y que, por desgracia, cada vez somos menos los medios culturales activos en esta provincia. En mis comienzos como periodista, trataba uno o, a lo sumo, dos temas/eventos a la semana. Los periódicos y las radios tenían personal suficiente para llegar a muchos sitios e informar, sin necesidad de corta-pegas, de todo lo que pasaba en nuestro área de influencia e incluso un poco más allá. La calidad era muy superior, porque el tiempo dedicado a cada asunto era 6 o 7 veces mayor.
Hoy, la vida ha cambiado. Al margen de la inseguridad latente, la precariedad y el poco valor que algunas instituciones le dan al importante hecho de difundir, ya no hablo de informar, porque nos corroe la prisa, debemos multiplicar nuestra actividad para «cubrir» todo lo que a nuestros lectores/oyentes les puede interesar.
Cada domingo, en mi mesa, hay 15 o 20 cosas que requerirían más de las dos horas que les puedo dedicar a lo largo de la semana. Dejo un margen para ruedas de prensa, cosas que se anuncian a última hora, cambios inesperados, radio, redes sociales… es mejor no hacer la media de horas trabajadas por semana, porque las comparaciones son odiosas y cuando alguno de mis amigos se queja de estrés me dan ganas de reír, o de llorar, según se mire.
Por eso, agradecería que, igual que nosotros tenemos que tener mil ojos para ver todo lo que pasa a nuestro alrededor, los gestores (públicos y privados) tuvieran un mínimo de previsión para no hacer coincidir las pocas cosas interesantes que proponen. Ya no por mí, o por mis compañeros periodistas, sino porque imagino que quien prepara una programación, u organiza un evento, quiere algo más que una sala de prensa vacía sin flashes, ni preguntas porque el redactor ha tenido que elegir entre 3 opciones cuando el resto de la semana no hay nada.
Yo sé que hoy en día, muchos creen que con una nota de prensa cortita se arregla todo, o que vale más tener un evento en Facebook que en la agenda de alicantelivemusic.com. No entro en el gasto que algunos hacen en publicidad sin ni siquiera preguntarnos ni tenernos en cuenta, aunque llevemos años, ya, siendo la agenda de mano de todos los consumidores de cultura locales. Hoy no se trata de nosotros, sino de vosotros y el público objetivo de vuestros eventos. Que sí, que cada uno tiene sus adeptos, pero para llegar al resto del mundo hace falta un poco de respeto a lo que te rodea y, sobre todo mucho orden y empatía.
Y, aunque todavía nos queden muuuuchos capítulos que escribir en ese aspecto, seguimos estando aquí, justamente, para Eso.
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