La UTE de Alicante tiene un teléfono de atención de incidencias de limpieza: 670 086 411.
Carta al director de Marina M.
En los últimos días, las redes se han hecho eco de toda la basura acumulada en los diferentes barrios de Alicante. Cualquier ciudad con un mínimo de capacidad de queja, habría montado un dispositivo vecinal para recoger todo lo que se ve en esas fotos y llevarlo a La Explanada o a la playa (para que lo vieran los turistas), a la puerta del Ayuntamiento o a la puerta de la casa del alcalde. Los limpiadores harían huelgas por falta de medios, o para hacer ver que el problema está ahí y que la culpa no es de ellos.
Pero no. Somos la ciudad de la pataleta que precede a esconder la mano. La que se queja, pero no hace nada. La que sufre los problemas como el anuncio de las hemorroides.
Se puede saber ¿Qué os pasa? Os da igual que nos roben las arcas públicas, que nos revienten con pólvora los monumentos emblemáticos, que muchas carreteras parezcan el bacheado de las dunas del Dakar, que omitan el recuerdo de una de las mayores tragedias que este país ha conocido nunca, que jueguen con la cultura cada cuatro años como si esto fuera un vestido remendable, que hagan distinciones dependiendo de en qué barrio nazcas y se coman el volumen de la música en directo, el placer de tomarse una cerveza al aire libre… Y aquí, como si nada, cuatro fotos en Facebook y ¡a correr!
¿Os han dado somníferos? ¿estáis narcotizados? O ¿es verdad que no os importa nada? que os la sopla la suciedad, la salubridad, los olores… o ¿es que si no os toca a vosotros no os importa?
Ni nos manifestamos, ni somos capaces de reunirnos para nada, ni siquiera firmamos las iniciativas que se ponen en marcha. Es inaudita la incapacidad de hacer algo en común que hay en esta ciudad. Nos debería dar vergüenza ser más avestruces que personas, permitir que nuestras calles estén como están. Es triste. Me da pena. Y no entiendo que en vez de comentar las cosas desde el sofá, no seamos capaces de sacarle los colores a los responsables de esta atrocidad.
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