4 nuevas obras han llegado al «legado museístico callejero» que La Tapia Fest está dejando en Sant Joan. El muralismo está de moda, y como todas las modas tiene sus adeptos y sus detractores. Habrá quien llame aberración a dar color a paredes desteñidas que pasan desapercibidas. Otros damos las gracias por que en medio de los tabaset y las dulçainas del Nou de Octubre, las fiestas que este año no pudimos vivir y la idiosincrasia de pueblo que Sant Joan tiene, haya una dosis de modernidad mezclada con rupturismo, debate callejero y fusión con otras artes.
En sólo 3 años, #LaTapia se ha hecho un nombre en el calendario de artistas y amantes del arte. 3TTMAN, Laguna, Berni Puig y Elisa Capdevila, han aportado su granito de arena a lo que Mise, Toni Cuatrero, María Maraña, Manolo Mesa, Iris Serrano, Rosh 333, Humo, Peyo… han ido bocetando en años anteriores.
No son pocas las personas, que recorren las calles del poble buscando retales de arte en paredes. Juzgando, comparando, llenando Instagram de nuevos emblemas de color que se relacionan al nombre de Sant Joan.
Por detrás hay un arduo trabajo que tiene sus frutos, cuando el domingo las grúas dejan de subir y bajar y los artistas se mezclan con los curiosos haciendo balance de una semana de trabajo al aire libre, que deja a los chavales del CEIP Cristo de la Paz con dos visiones de la realidad que no se enseña en los libros de texto (a ver si esta vez no la borran antes de tiempo) y a la Guardia Civil con un aire de libertad verde, a juego con el uniforme que llevan, pero diferente.
Mucha gente se ha acercado a San Juan este fin de semana. Los Bares de la Plaza Maisonnave no daban a basto, los restaurantes acumulaban reservas. Aunque algunos no se hayan dado cuenta todavía, la cultura va ligada al turismo y al comercio. Es un síntoma inequívoco de avance y de cambio. Y más viendo el rejuvenecimiento que, poco a poco, está sufriendo un pueblo en el que abundan los carritos con bebés y el ansia porque Euterpe, Llibres Chus, El Refugio, la Biblioteca, la Casa del Reloj, la Casa de Cultura, el Festival de Jazz, el de Teatro, el de Cine, el Petit Teatre, La Tapia, el Música a la Plaça, La Filmoteca, La Fábrica de Paraules, los mercados… sigan llenando la programación cultural y las agendas de santjoaners y visitantes.
A ver si en el Ayuntamiento y la concejalía de cultura se enteran de la importancia de la difusión y de no contraprogramar, como hicieron el sábado con el concierto del Música a la Plaça. Se trata de sumar. Y ya que los propios ciudadanos, por si solos, generan vida, empujen para que más que una supervivencia, ésto sea un acicate único e irrepetible para un futuro mejor.
Mientras tanto esperaremos a la exposición de mig any y a la luz de la cuarta edición, para seguir transversalizando el color que da dignidad a los artistas y alegría a quienes lo saben apreciar desde fuera.
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