Coral, fue el color de la tarde… Coral en su acepción de agrupación… Coral aunque sólo tardes 10 minutos en definir meses de trabajo, porque aunque lleve el sello de Eléctrico Romance, la noticia esta vez no rima, pero es casi tan breve como el más corto de los haikus.
Debe hacer, más o menos un año, desde que en una de esas casuales coincidencias, Juanjo Cervetto (ideario de locuras de profesión) cortó una de esas conversaciones que cambian el mundo (o no cambian nada) en Viva La Pepa, y me dijo: «voy a editar un libro de relatos cortos sobre: !atención hazme caso! La frontera«.
Cuando no conoces a Juanjo piensas «este tío está zumbado», que tampoco es algo descartado. ¿Quién soy yo para juzgarlo? y más teniendo en cuenta que, por méritos propios, debemos estar más o menos a la par en esto de la guerra de locos que es la cultura alicantina. El caso es que acepté sin dudarlo y sin hablar de emolumentos, ni pedir más directrices sobre el concepto frontera, seguimos salvando el mundo a nuestra manera.
Por lo visto el manicomio fue ganando internos y antes de que alguien volara sobre el nido del cuco hubo otros cuatro animados escritores, o escritoras: Esther Abellán, Lydia Na, Manuel Velandia y Pepa Navarro, más un prologuista: Francisco Cobos, que se sumaron a la fiesta de las letras.
Pasado el tiempo llegó el gran día del estreno, y ya con el libro de bolsillo entre manos, nos reunimos todos a celebrarlo en la Sede de la Universidad de Alicante. Las crónicas dirán que Todo era junio menos el tiempo. Y no por la relatividad y otros conceptos más propios de la filosofía que de la literatura, sino porque ¡Menudo momento eligió el Dios Kairos para hacer efectivas todas las súplicas de agua acumuladas en los días de sequía!
A pesar de las fronteras metereológicas el público respondió, con paraguas y botas de agua, pero con la valentía de romper el tópico que dice que un alicantino no sale de casa cuando llueve. Todos no, pero 40 sí.
Como ocurre en estos casos, la oratoria la acaparó la acumulación de emociones diversas. Esta vez más que nunca, porque eran 6 puntos de vista para un mismo resultado coral.
Cervetto ejerció de serio editor, el señor Cobos mezcló conclusiones extraídas de la lectura con su condición de Psicólogo y el turno de los autores tuvo un poco de Spaghetti Western, mezclado con una dosis de culto a la brevedad, el olor a ciudad recordada y la emoción de contar un porqué con performance incluida.
Luego nos divertimos firmando huecos en blanco, improvisando dedicatorias para desconocidos y amigos… y después, ya, a puerta cerrada, el libro cobró vida. Y el coral más que un color que provoca eléctricos romances, se convirtió en un Brainstorming que quizá derive en otra locura similar a la que cortó aquella conversación hace un junio y medio.
Por si os apetece experimentar la emoción de leer cinco relatos cortos, o cuatro relatos más cinco cortos, o cinco viajes en cercanías, o cinco ratos de bus, podéis encontrar el libro en la librería Pynchon & Co (C/Poeta Quintana 37) o recurriendo a la Editorial Eléctrico Romance.
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