Alicante, 12 de julio de 2018.
Por Jesús Ruiz de la Sierra, propietario de su bar de proximidad El Coscorrón.
» Hemos recibido en El Coscorrón este último fin de semana una notificación de denuncia por incumplimiento de horario de cierre.
El Coscorrón abrió sus puertas en 1965 y desde 1989 funciona con la actual dirección, siempre con música, sin que jamás hayamos tenido una sola denuncia y hemos inundado el mundo con sus famosos mojitos.
Cuando se «inventó» la licencia de pub me entrevisté con el concejal responsable en el Ayuntamiento de Alicante y la conclusión fue que con nuestra licencia podríamos seguir trabajando. Esa licencia, que es la que se concedía en aquellos tiempos, nos obliga a cerrar a la 1.30 (2.30 en verano), pero ¿sabían ustedes que esa misma licencia que nos obliga a cerrar pronto por la noche nos permite abrir a las 6 de la mañana? El Coscorrón, como muchos otros locales del casco antiguo de esta ciudad, no tiene ese tipo de licencia por casualidad, sino por motivos históricos, pues cuando se abrieron la legislación era otra.
¿De verdad quieren convertir la totalidad de los bares de la calle Tarifa en un «after» de fin de semana?
Bienvenidos a Alicante, la ciudad que nunca duerme.
- Estos últimos apuntes, única viablidad de supervivencia que nos queda, evidentemente no me parecen razonables, pero sí viables.
¿No sería más razonable discutir de ruidos y no de horarios?
Como profesionales de la tolerancia que creo que somos, pienso que estas cosas se hablan y se resuelven.»
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