- 1 de marzo, jueves
- Lugar: Aula de cultura de Alicante
- Público: 30 espectadores (más o menos)
- Bandas: Ludok y Los Manises
La curiosidad mató a… Alicante. O más bien, la falta de ella…
Empiezo a pensar que soy gilipollas, que no sé porqué me molesto en tener al día una agenda, en promocionar eventos interesantes o en creer en la gente o en los artistas locales. Espero que sea una sensación pasajera, pero la segunda jornada del MFestival me dejó un sabor enrarecido, como si en esta ciudad/provincia estuviera todo al revés y los cuatro que nos damos cuenta de los errores de gestión, ordenación y (des)interés, viviéramos en una burbuja similar a los que se tomaron la pastilla roja en Matrix.
Soy autocrítico por naturaleza y tengo una lucha diaria con los pormenores sociales establecidos. Mi disyuntiva es curiosa, porque cuento cosas que leen tres o cuatro mil personas al día, hecho que me invita a pensar que hay un interés real en la cultura o en el cambio, una preocupación sobre qué será de nosotros en el futuro, o una duda razonable sobre qué es (y que no es) divertido.
Luego, en la realidad, veo teatros vacíos, una cuenta corriente con apenas 80€, artistas que se quejan porque no tienen donde actuar, jóvenes desmotivados, políticos ineptos que miran para otro lado, viejos pasados de rosca que deciden lo que se programa o ceporras a las que lo único que les interesa de una acto cultural es el postureo o el protocolo.
A estas alturas a muy poca gente le importa lo que yo piense. Mis detractores me llaman quejica o esperan a que el hambre acabe definitivamente con mi ilusión y los que comparten mi cruzada contra el aplatanamiento mental no tienen donde caerse muertos (como yo). Es como una guerra perdida de antemano. Como esos muertos que reciben una condecoración cuando ya no respiran…
Ahí estoy yo, como siempre, el único medio presente. El único que cuenta las cosas tal y como las vive, el único que trata de convencer a la gente de que cambie de idea, el único que no cobra un euro por ello, pero se lleva una cámara y una grabadora y conoce a tod@s l@s que se lo curran para que la programación cultural de esta provincia no se limite a las mismas mierdas de siempre.
¿por qué no estoy quemado? porque esto me gusta. Porque me abstrae, porque me divierte conocer a dos ilicitanos que han creado un power dúo indefinible, con gafas de científico loco y letras apagadas sobre una base de loops, guitarrazos distorsionados y la complicidad que da la novedad.
Porque aún tengo curiosidad, y aprovecho que es gratis, para palpar esa sensación de nerviosismo previo a un estreno: La prueba de sonido, la profesionalidad, lo que imaginan, el chasco de ver que su capacidad de congregar amigos está por desarrollar y el ¡qué le den por el culo a todo! – vamos a tocar-.
Lo curioso es que suenan bien. Que es divertido y que, aparte de no pagar, te llevas de regalo unas gafas de científico loco y cuarenta minutos de relax/reflexión/huida de la monotonía… Por si os interesa: se llamaban Ludok. Aún no tienen disco (aunque están en ello), pero cuando triunfen en los garitos del barrio rojo de Bangkok os gustará saberlo…
Tras un pequeño receso, segunda sesión de fotos. Una cobra de Shangai, dos mostachos de barbería siciliana y dos pares de calcetines blancos para rememorar los tiempos de Michael Jackson y las películas de Bruce Lee. Los Manises llevaban tiempo sin pasear sus esbeltas figuras por estos lares.
Temían el «aplatanamiento butaquil» típico de los viejos teatros, por lo que empezaron la sesión con un ¡Todos arriba! a los que su legión de fans respondió con un ¡esperad un poco que es jueves y tenemos una edad! Tras el primer tema, mandaron encender la luz como medida de presión al público… y para la tercera ya había gritos en las plateas de ¡tocaros una vuestra!
Guardé la cámara y la grabadora y me senté en una de las filas vacías a escuchar dos canciones mientras escribía una nota en una de las hojas sueltas de mi cuaderno: «Cuando describas el pasotismo y el desinterés de esta ciudad recuerda que había gente que se lo pasaba bien». Imagino que justamente para ellos tocaban Víctor y Rubén, para esos escribo yo, para esas se meten Alejandro y Miguel en estos «fregaos»…
Me fui antes de que acabara el concierto con la puesta en escena de la colaboración «lúdika» final. Yo, también, tengo otra vida…
Pero, de camino a casa, me di cuenta de que lo malo de elegir la pastilla roja es que no hay marcha atrás. Puedes tratar de convencer a la gente para que elija otro camino, luchar por las causas perdidas, fomentar el consumo de cultura, perfilar el criterio… o ¿por qué no? Tratar que la curiosidad gane adeptos y en el concierto de Vaquero Caballo y Arco Glanz las butacas estén un poquito más llenas.
Todo es posible… Pero formas parte de algo. Quizá algún día le dediquen una rotonda a alguno de los presentes…
Próximos conciertos del M Festival de Rock Mediterráneo:
- 15 de marzo: Vaquero Caballo + Arco Glanz
- 5 de abril: Vera Green + Iván Serrano
- 19 de abril: Rosy Finch + Yosephine
- 3 de mayo: Smoking Rings + Encono
- 17 de mayo: Bluenáticos + Le Grand Miércoles
Igual no es buena idea programar un día entre semana (jueves), igual hay grupos que no gustan, igual son grupos que tocan bastante por la zona, igual debería tocar una banda local para darles oportunidad junto con otra banda emergente de Murcia, Valencia, Albacete, etc. porque son mas difíciles o imposibles de ver por aquí.
De todas maneras, está claro que Alicante ciudad es bastante lamentable para el tema de conciertos. Por falta de público con interés por descubrir bandas.
Yo estuve en el concierto y espero estar en los próximos pero creo, igual que el comentario anterior, que la cuestión no es simplemente conseguir, y pagar el aula de la CAM, cuanto tiempo sin volver a esa añorada universidad, para decir que están haciendo algo por la cultura musical alicantina. El local se tiene que elegir según las expectativas creadas. En este caso, las expectativas ni se han creado ni se han fomentado por lo que el resultado de llevar un evento a un espacio tan grande y formal es negativo. No enmarques una pintura moderna con un marco veneciano, salen perdiendo los dos.
De todos modos no me voy a quejar mucho por que menos es nada.
Y también de acuerdo con el anterior comentario en cuanto a la programación de grupos.
Y gracias por tu actitud: Los japoneses perdieron la guerra pero los kamizakes murieron con honor y felicidad.