La vida es una paleta de colores que utilizamos para dar el matiz adecuado a cada instante de nuestra existencia.
El rojo puede ser peligro, precaución, pasión, una manera de denominar al comunista o de identificar al emperador Ming en China.
El negro, puede ser oscuridad, la negatividad, el luto, o la elegancia… y, a veces, todo es más sencillo y «el rojo es peligro» es un disco de Nudozurdo recién salido del horno y el negro es el color identificativo de una caja, en la que se reproduce ese disco en directo.
El resto de matices intermedios son el pigmento que dan sentido a una tarde-noche de sábado, en la que uno decide que hacer con su tiempo: malgastarlo, aprovecharlo para encontrar una felicidad réplica, aumentar el grado de amistad con gente que hace apenas tres meses no conocías de nada, beberte una cerveza artesana en un italiano, o una caña en un bar en el que la música se pincha con vinilos, cagarte en las cantosas despedidas de soltero que encuentras en cada esquina de Alicante, cenar algo rápidamente exquisito en el Jacapaca, asistir «in situ» a un espectáculo digno del hotel más lujoso de Benidorm… o incluso hacer todo eso en apenas cuatro horas y reinventar el sentido de tu sonrisa, al mismo tiempo.
Nudozurdo siempre fue un valor seguro. Con esta deben ser ya diez o doce, las noches que Leopoldo Mateos nos ha alegrado, así que en cuanto supimos que a Un fulgor de moda antónima, y a movidas ardilla, se le había ocurrido la brillante idea de traerlos a la terreta, nos compramos las entradas y pusimos nuestro cerebro a reflejar nuestras esperanzas, en los mil espejos en los que el «sintética»y aquel primer disco reeditado se han reflejado a lo largo de estos años.
El concierto empezó con un guiño al penúltimo disco del grupo «tara, motor hembra» (de 2011) con «El diablo fue bueno conmigo» y «láser love», después el «ha sido divertido» acabó de darnos una bienvenida premonitoria a una hora y media que se presentaba de lo más intensa. Nos quitamos la chaqueta, y el sombrero, saludamos a los conocidos, nos congratulamos de formar parte de ese selecto grupo de 100personas con buenas ocurrencias y afinamos nuestras cuerdas vocales para tararear las novedades que la nueva formación «Nudozurdiana» nos iba a desgranar.
Desde lejos, parecía que Leo se había puesto una peluca de Robert Smith para recuperar el rock alternativo de los cure en aquella caja negra. Meta le daba, con su bajo, ese matiz de música de tripi que los que seguimos enamorados de la psicodelia agradecemos enormemente y Ricky Lavado (de standstill) en su batería acababa de redondear un sonido maravillosamente distorsionado, que, al menos a nosotros, nos puso los pelos como escarpias.
Para la quinta canción, teníamos claro que estábamos ante uno de los mejores conciertos que veremos en Alicante este año. Así que nos limitamos a disfrutar el momento, sintetizando los pequeños cambios que el punto electrónico le daba a los viejos hits de esos discos sublimes combinados con el estreno de canciones como «el grito» o «carpinteros del mal» que no tardarán en copar nuestras sesiones de dj aficionados.
Gritando eso de «donde queríamos estar estamos» fuimos coloreando las certezas, mezclando diferentes gamas de colores, entramos en bucles dorados. Plantamos semillas nuevas y dejamos que crecieran inventándonos conversaciones entrecanciones con aspirantes a funcionarios, futuros maridos y mujeres, belleas sin corona, pollos y ardillas.
Como siempre que vamos a las cigarreras, echamos de menos una barra que nos suministrara la cerveza que empapara nuestros gaznates y nos acabara de dar el puntillo para que «el prometo hacerte daño» fuera acompañado de un baile abstracto. Suerte que el ritmillo del «hijo de dios» sustituyó a la medicación que, habitualmente, nos quita la fiebre del sábado noche, y pigmentó nuestros egos con una escala de colores luminosos que nos llevaron a la cumbre de nuestra madurez.
Nos hubiera gustado escuchar a Aardvark asteroid, pero la hipnosis con la que acabas después de un concierto de esta banda sublime, fue estímulo suficiente, para no compartir con cenicienta el toque de queda de la media noche y nos fuimos a la ronería a cambiar el chip, dejando que el playback y la voz «desaprovechada» de las dream girls acabaran de ratificar eso de «ha sido divertido» y que si quieres, no hay nadie que se interponga entre tú y los colores que dan sentido a la vida.
Anónimo dice
¿Qué pasa, que además de hacer críticas que no dicen nada, llegasteis tarde? 'Ha sido divertido' fue la tercera después de 'El Diablo fue bueno conmigo' y 'Láser Love', así que de bienvenida tuvo poco, coleguis…
Jonn dice
Hola colegui!
sí, llegamos tarde, porque nos costó aparcar; así que para nosotros, "ha sido divertido" fue la canción que nos dio la bienvenida;
Si a ti el concierto te dijo otra cosa, eres libre de comentar y criticar lo que consideres, como lo hacemos nosotros.