Ojalá despiertes pronto... Alicante.

Pasé un rato muy corto. Más bien podría decirse que fue un acto de presencia. Ojalá pudiera estar en todos lados, pero no… y lo bueno es que, en esta ciudad, cada vez hay más sitios en los que estar y más gente que apetece ver, cada fin de semana necesito más excusas para justificar la brevedad o la ausencia.

Pero por suerte, a día de hoy, Alicante Live Music tiene más de dos ojos, más de un cerebro, más de una perspectiva, más de un género, cada vez más inquietudes y más kilómetros cuadrados (y redondos)… en eso, nos parecemos al Alacant Desperta. En eso y en la militancia cultural. Luchamos por lo mismo en frentes diferentes, que acaban coincidiendo muchas veces.

Por eso hoy, inspirado en lo que vi (y sentí), en los vídeos de Vicky, en las impresiones de alguna participante, en las imágenes de las películas que, por suerte disfruté antes del sábado, se me ha ocurrido cambiar la crónica por lo que escribí al llegar a casa, casi a las dos de la mañana, con la monotonía de los sentimientos encontrados y las coincidencias como argumento…

Despierta.

Compatible. Enorme palabro.
Tu neurona con la mía
Tus labios con mis intenciones
Tu vida con la cultura
Tus sueños y mi abrazo, nuestro abrazo.

¿un trueque? ¿un salto?
Al vacío, o al escenario
La primera vez que me siento artista
coincidiendo con la última
en la que mi arte se sintió sólo.

Despierta gallo que canta
antes de que las luces del día
se enciendan
para iluminar el futuro
que aún no hemos vivido.

Compartamos, no solo las penurias,
también los hábitos deshilados
de una religión de ateos
que sólo creen en si mismos
cuando forman parte de un todo.

Despierta del letargo
al que has sido sometida tantos años.
Abre los ojos, mira adelante
ante ti encontrarás la fórmula
para eludir el miedo al fracaso.

Ante ti un aplauso no forzado.
Ante ti la admiración
que nunca pediste.
Ante ti el público con cámaras,
la crítica despiadada…

Despierta Alicante,
la tercera llamada coincide
con el final de mayo.
Tras la tramoia hay un pie de micro
para que digas lo que quieras.

Para que hagas compatible
tus deseos con mis miedos,
tu esperanza con la vida misma
el amor al arte con la supervivencia
y ¿por qué no? la cultura con tu rutina.