Fue todo tan anárquico que no nos dio tiempo a echar de menos lo de cascar las patas de un cangrejo, quizá esa noche la hermosura fuera menos evidente, o no fuera imprescindible tirar de hits para hacernos disfrutar. Un monólogo, una parte de teatro y la distorsión eran aliciente suficiente para darse con un canto en los dientes.
Está bien eso de recordar años pasados, repasar el nombre palíndromo de la chica, rehacer puzles o elegir tu propia aventura y que el miedo te deje en mitad de un teatro lleno, una noche de viernes de carnaval, en el que más que de Bowie o de las princesas de Frozen, te dé por enmascarar la rutina con un poco de buena música y una gran escapada, en la que aparte de no dejar de caminar, podamos seguir imaginando el suelo por el que queremos andar.
Fue todo tan redondo, que clavaron 10canciones y en la hora escasa que estuvieron recordándonos porqué les echábamos tanto de menos, nos dio para ratificar que Alicante mola, de muchas maneras, en una plaza con demonios, una rambla con dj´s de gusto pésimo, en bares llenos o en un teatro llena de gente con ganas de otro tipo de fiesta.
En la siguiente cita del Atiende Alicante, nos vamos a Portugal con Pega Monstro: el miércoles… ¿Preparad@s?
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