- 15 de febrero en el Aula de cultura de la CAM
- Público: Más de 100 espectadores
- Bandas: Sra Robinson y The Limboos
Si la música es el alimento del alma, debe haber muchos hambrientos en Alicante…
Los jueves son la antesala del fin de semana. Los que no entienden de qué va el amor tienen resaca de San Valentín, los solteros pisan corazones rosas, mientras los escaparates cambian de forma en el centro de la ciudad.
Te cruzas con esos que se quejan de la monotonía y esperan a la Semana Santa… y el resto se plantea disyuntivas culturales tipo: ¿Alguna exposición?¿La nueva serie de Berto?, ¿microteatro?, ¿The Ghost Wolves?, ¿Doctor Explosión? sólo se aburre el que no sabe organizarse, y lo que va delante, va delante (que decía mi abuela). Así que puestos a indagar en el mundo de las novedades, nada mejor que acudir a la llamada del flamante MFestival de Rock Mediterráneo.
La curiosidad es un déficit por pulir en la Terreta. El boca a boca va mejorando, el efecto llamada empieza a estar presente en los movimientos de postureo que caracterizan a las subtribus urbanas y entre una cosa y otra, la gente empieza a relacionar la cultura con la diversión, hecho sencillo que hace poco más de 3 años parecía una utopía por estos lares.
Y así, a las 18.30h llegué a un teatro vacío en cuyo escenario estaba probando el mejor grupo de R&B de este país de países. Es una sensación extraña estar ahí con las luces encendidas, los pipas cableando altavoces, los músicos vestidos «de calle» y descubrir que contradiciendo a Iván Ferreiro, el equilibrio sí que es posible. De hecho es una cuestión de comunicación, asumir el papel que le toca a cada uno y probar hasta que todo cuadre para técnicos, organizadores y músicos.
No soy demasiado melómano, pero sí que me gusta experimentar. Así que recupero algunas técnicas del periodismo antiguo, que ya no practico, para hablar con Roi y Sergio sobre influencias musicales, estado de la música actual o la visión que los «foráneos» tienen de estas tierras (os sorprenderá saber lo que opinan, os lo aseguro).
Después prueban «los de casa». He estado en muchas pruebas de sonido en mi vida, pero nunca me ha parecido importante contarlas, porque es un momento tenso y distendido a partes iguales. De Sra Robinson, debo decir que, pese al ninguneo de lo autóctono, son un cuarteto más que profesional: Prueban, en apenas 20 minutos, guitarras, bombos, platos, bajos… y tras cuadrar la historia, mantengo una distendida charla con Raúl y Julián sobre colaboraciones, la escena alicantina, estilos o su inminente gira por Vigo, León, Madrid…
A las 20.00h se abren las puertas del teatro. A veces, me dan ganas de escribir una crónica de una línea, más o menos así: «Gilipollas, si quieres saber lo que pasó, ¿por qué no fuiste?» Las entradas costaban 5€ (menos que un cubata o un plato de bravas) y el acojono inicial de los organizadores fue menguando a medida que el rojo de las butacas fue tapándose por los culos de los asistentes.
Puntualidad de teatro (que se agradece), cierta solemnidad en la espera y una divertida diferenciación entre lo que el grupo imagina y la respuesta del público. Si algo me ha enseñado la música es que considerar telonero a un grupo evidencia «desinterés», algo que pasa mucho con la estúpida pregunta de ¿cuándo tocan los buenos? sucediendo a ¿cuándo empieza el concierto? He ahí, el punto de falta de curiosidad que tanta falta le hace al público de aquí: presuponer y música son dos palabras incompatibles y a la postre la razón por la que la escena alicantina no acabe de despegar.
El concierto de Sra Robinson fue más que correcto. De hecho, fue bastante divertido. Los cuatro músicos tenían perfectamente ensayados todos los pases, los movimientos, los punteos, los tempos… quizá imaginaban un teatro más entregado, pero éso no les afectó en exceso. De hecho hicieron bien aprovechando la ocasión para mostrar lo mejor de su último disco «nada mejor» (2017): desde el «algo que me siente bien» con el que abrieron la velada, hasta el sugerente «quiero verte bailar» con gritito y riff digno de los mejores sonics, o «el momento perfecto» con versos tan evocadores (viendo el panorama) como «es el momento perfecto para largarse de aquí». El Rock & Roll más puro está a salvo en esta provincia con Cuervos o esta banda que cerró la maleta para la gira por provincias con un tema que acaba de cumplir, nada menos que, 10 añitos: «Nada en la nevera».
El parón entre conciertos sirvió para que la gente tomara aire. Hacía calor y se intuía que la graduación de los termómetros iba a subir con la aparición de The Limboos. Y, encima, no hay cerveza en el teatro, así que… nos preparamos para arder en el mismísimo infierno. La gente inmóvil en el primer bolo, se aglutinó en el espacio escaso entre la primera fila y el escenario y tras el pertinente tiempo de calentamiento de pelvis, cadera, tobillo y cuello, el quinteto gallego-madrileño salió a digerir las bravas y los calamares rebozados.
The Limboos es una mezcla entre una máquina del tiempo, una vieja jukebox y el sudor que genera la puta máquina más jodida del gimnasio. Es como si el flautista de Hamelin tocara rhythm and blues, o como si el centrifugado de una lavadora tuviera banda sonora.
Es difícil entender como, siendo tan jóvenes, saben extraer tan minuciosamente, el sabor más ácido de los ritmos latinos, hacer bailar mambo y rumbas a los que reniegan de todo estilo que no tenga que ver con la herencia más pura de Fats Domino o los Rolling Stones. Y al instante, cambiarse la careta y trasladarnos a la ley seca a bailar sin whisky, como si el aula de Cultura fuera un bar clandestino y la tarde del jueves, una fiesta atemporal descrita por Herbert George Wells.
Si a eso le unimos la parte didáctica, la figura del maraquero y la batería descalza… Limbootica, el peinado años 50 del amigo Roi y el feeling que da el saxo entremezclado con los pellizcos del contrabajo: el guateque está servido. «Space Mambo», «Early in the morning», «I don´t buy it», «Big Chef», «Crazy Rhumba», una réplica cochina, un tema inédito: «Why she go?», un recuerdo para Billy Miller y el entierro de la sardina con manisero y más chirigota que todo el carnaval ramblero de Alicante junto.
Lo que se dice una noche redonda, que siendo jueves, ya es bastante…
Próximamente fotos, entrevistas a los dos grupos y más conciertos:
- 1 de marzo: Ludok + Los Manises
- 15 de marzo: Vaquero Caballo + Arco Glanz
- 5 de abril: Vera Green + Iván Serrano
- 19 de abril: Rosy Finch + Yosephine
- 3 de mayo: Smoking Rings + Encono
- 17 de mayo: Bluenáticos + Le Grand Miércoles
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