Tras tres meses de lucir tripazo en la playa, vuelve el tardeo, una idea importada de Albacete que, para variar, los alicantinos hemos transformado en una simple escusa para emborracharnos.
De ser una gran idea que debería promover el consumo y la vida gastro-Cultural del centro de Alicante, hemos conseguido que esto se convierta en una reunión de chonis, croasanes sin cabeza y gente de pueblo celebrando despedidas de solter@.
Pero ¿Eso es, realmente, lo que queremos para esta ciudad? ¿ser una ciudad de saldo? ¿sin idiosincracia?
Supongamos, por un momento, que nos quedamos con lo bueno: La reunión social. Algo que pasa en todas las ciudades (por cierto). En Donosti, en torno a los pintxos, en Madrid con el vermú como escusa, en Salamanca para tomarte unas tapas con tus colegas, en Logroño para beber vino en la Calle Laurel… y así podríamos poner un millón de ejemplos.
De primeras, todas estas ciudades nos ganan en civismo, porque hay que ver como queda el Mercado los sábados a eso de las cuatro de la tarde. Con todo lo que se le critica al equipo de Gobierno, a lo mejor no estaría de más hacer un poco de autocrítica y pensar que si nos llenan una plaza de contenedores es para usarlos.
Pero bueno, como el civismo es una causa perdida, que trataremos en otro momento, vamos a centrarnos en lo que nos interesa: la cultura. En muchos frentes, pasa desapercibido el esfuerzo de muchos comerciantes (sobre todo hosteleros) de enlazar esa reunión social que, normalmente, deriva en comilona, con conciertos, exposiciones, presentaciones de libros… Quizá a much@s no les parezca lo más divertido y, evidentemente, preferimos que sigan su rutina etílica sin molestar al resto.
Pero desde Alicante Live Music, nos gustaría romper una lanza por los que a esas horas «intespectivas» de la tarde, nos ofertan un sustitutivo al fútbol y al dj repetitivo, dándole cancha a los emergentes grupos y artistas locales.
Es más, aprovechando que en nuestra ciudad nunca llueve, invocamos al Ayuntamiento a que, como pasa en Granada, fomente el arte callejero como pasó el día que los cantautores y Puentegramas la liaron en pleno Mercado, cuando a los del Eat My Soul se les ocurrió importar un Mardy Gras, cuando a un fulgor de Moda Antónima revitalizó la plaza del Maca, cuando a los comerciantes les da por montarse un par de escenarios y dar rienda suelta a la imaginación de los alicantinos, cuando en la Calle Poeta Quintana se montan mercadillos, tardes de Halloween, o similares, o cuando Photoalicante despierta el gusanillo por la fotografía con imágenes expuestas por toda la ciudad.
Las herramientas las tenemos, igual que los artistas con predisposición, los hosteleros imaginativos… y la necesidad de pasarlo bien, visto lo visto, también. Así que esperamos que esta nueva temporada del Tardeo sea algo más que emborracharse y ensuciar las calles y cuando volvamos a hacer zumba a los chiringuitos de la playa nos sintamos un poco más orgulloso de esta ciudad.
Anónimo dice
Chapó Jonn!!Un artículo más para quitarse el sombrero!!
María
Anónimo dice
La has vuelto a clavar
Anónimo dice
Y la europea?…Gran artículo. Jhon
Anónimo dice
Esperem que canvie aquesta grolleria o que canvie… no tinc la solució però el que hi ha actualment és una imatge penosa per a la ciutat i una molèstia contínua per als qui vivim al centre. A més a més, si no es pot canviar, com a mínim que es respecte la llei o que es millore l'estètica de la "festa"
Jesús Luengo dice
Poco a poco lograremos cambiar esta ciudad. Empezando por la crítica a lo vulgar, como haces desde aquí. Un zasca en la cara a la mediocridad. Un abrazo desde Dallas.
Mercedes Sendarrubias Retamar dice
Totalmente de acuerdo contigo, aprovechar el espacio del sábado para sociabilidad de forma inteligente y llevarlo por el camino de la cultura, creatividad y como no, también la música