Escribe Marina Mira…
Hola, soy una lectora (y a veces colaboradora) de Alicante Live en la Marina Baja.
Hoy os escribo porque cada vez que abrís un debate sobre el estado de la música en Alicante me indigno. No por vosotros, sino por las respuestas que solís recibir, sobre todo, en vuestro muro de Facebook.
Yo tengo 43 años, y llevo desde los 15 yendo a ver conciertos. No sé si como decíais hoy tengo algo que educar en mi criterio, pero lo que sí que tengo claro es que tengo mi propio criterio y que éste no coincide con el de casi nadie de mi entorno.
Hace tiempo que no me como la cabeza buscando compañía para ver un concierto. Tengo mi grupo de cinco o seis amigos, sí, les pregunto y a veces hasta llenamos un coche para movernos de La Vila a La Gramola, a Alicante, al Quatre, o incluso a Valencia o Madrid. Cada vez menos, porque todas somos madres y no siempre es fácil organizarse.
Pero bueno, no es excusa. No sobra el tiempo, pero si te gusta algo lo haces.
Tampoco tenemos el don de la ubicuidad. Y tampoco un zurrón de billetes para pagar tres o cuatro entradas (+ viajes, cenas, etc). Así que cada vez que sacáis la Agenda, marcamos cuatro o cinco bolos (normalmente en los sitios que para mí mejor cuecen el tema: TNT, Gramola, Stereo, Quatre, Backstage y poco más ), miramos la agenda y procedemos a cuadrar el asunto.
En mi criterio no entran covers, ni rumbitas, ni pop meloso, ni dj´s que siempre pinchan las mismas mierdas. Pero lo que me cuadra, cuesta pasta (una media de 15 o 20 euros, más gastos). Os pongo el ejemplo del finde pasado. Marqué en rojo a Lisa Colby. Imposible porque era un jueves a las 23.00h. Si voy no llego a La Vila hasta las 2.00h. El Iberia Festival tenía su aquel, pero John Mayal eclipsaba todo lo demás. Así que ni Diamond Dogs, ni Enric Peidró, ni Bosco, ni los conciertos de pago del sábado. Por lo que, como mi marido es de Gata, nos fuimos a pasar la tarde a Pedreguer. porque en el Quatre ponen los conciertos gratis, tienen buen criterio y encima es a las 20.30h, lo que hace que no llegues tarde a casa.
2 conciertos. Es a lo que llegamos las viejas rockeras o la gente normal. Por lo que te pierdes 50 o 60 que es lo que proponéis en la agenda. Yo, reduciendo rumbas, indie y covers diría que hay 10 o 15 buenos planes de media. La verdad, si hubiera un poco de coordinación, un circuito, o una especie de tarjeta descuento que te hiciera ahorrarte unos euros si, después de John Mayal te animas a ver a Diamond Dogs u otro concierto el domingo, o la semana que viene, pues podríamos llegar a 3 o 4 conciertos por finde.
Lo que me lleva a la razón de que me haya animado a escribir esto. La de Söda, el del Descorche y muchos otros se quejan de falta de público. Y es mentira. Publico hay, quizá podría haber más, pero la verdad es que tampoco es que se le cuide demasiado. Lo que unido a que vamos haciéndonos mayores, somos madres, la crisis, la vuelta al cole, etc, nos deja jodidas. Teniendo que coger un coche, perdiendo horas de sueño o teniendo que hacer malabares para cuadrar agendas.
El problema es que como dicen mucho en ALM, aquí nadie piensa más allá de su propio ombligo. Y si no tienes financiación pública para educar, no te planteas que los gastos de más te los pague una cerveza, o un ron, o una marca de ginebra. O cambiar de día el asunto, o los horarios, o incentivar la cosa con regalos, sorteos. Jon es un idealista pero tiene un coco brutal y una implicación, que merecería una puta estatua en el centro de cada pueblo de Alicante. ¿Sabéis de que se me queja siempre? De que está solo. De que cada uno va a lo suyo. De que si las cosas fueran de otra manera evitaría que él, los artistas y muchos bares se murieran de hambre. ¿Qué pasa? que solo él y cuatro locos piensan más allá. Y aunque haya pequeños ejemplos como Murcia o Pedreguer, seguís gastando más tiempo en quejaros que en poner soluciones.
Como he dicho, llevo casi 30años viendo como se han cerrado un montón de sitios, como los artistas se quejan de que no tienen salas donde tocar. Siendo sincera este es un buen momento, tanto por cantidad, como por calidad. Pero echo de menos un poco de simbiosis entre público, sala, artistas y medios. Y, como el que dirige este, creo que mientras no lleguen esas reuniones a gran escala pensando y discutiendo sobre lo que necesita cada uno y lo que el otro le puede aportar, seguiremos en standby. Dando palos de ciego. Sin evolucionar.
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