El riesgo es bonito, cuando es por algo concreto. Vivir inmerso en él deja de hacer gracia y desgasta más de lo debido. En la vida de los músicos, esa es una constante que se repite. Los últimos en ponerlo de manifiesto han sido THE LIMBOOS, en plena presentación de su nuevo disco «On the loop».
REFLEXIONES DESDE EL LIMBO (comunicado en redes de la banda)
Qué es mejor, ¿cancelar un concierto para no perder dinero o seguir adelante como si no pasara nada? ¿Seguir en la burbuja de las fotos bonitas y el falso éxito que lo inunda todo o poner alguna excusa bonita para afrontar que los números no dan?
Vamos a coger el camino del medio (de momento).
Este finde vamos a Valladolid y Ponferrada y en los próximos meses por muchos sitios de la geografía. En el cartel quedan de lujo todas las fechas, pero cada una de ellas es un reto para una banda como la nuestra. Tocar en salas, por lo general, implica asumir todo el riesgo económico: alquiler de sala, hotel, dietas, altas, sueldos y demás gastos. Si va bien, bueno para todos; si no…
Esta mañana nos hemos planteado cancelar este fin de semana, pero hemos decidido seguir adelante. No por romanticismo ni masoquismo, si no por darnos una oportunidad. Venimos de llenar en Madrid, pero sabemos que eso no significa que vayas a llenar cada día. Eso sí, los riesgos son similares.
Esto no es una súplica ni un lamento, pero nos ha parecido adecuado poner de relieve cuál es la realidad que vivimos la inmensa mayoría de bandas y artistas de este país.
Este finde vamos a jugar, pero a la larga esta dinámica lleva a que las salas cierren y las bandas mueran (o como poco, que toquen infinitamente en menos sitios). Los cientos de festivales pueden tener su lado bueno, pero si quieres seguir viendo música en tu ciudad, apoya a sus salas y goza con muchos artistas por los que en unos años puede que pagues mucho más por verles en grandes escenarios.
Anticiparse os cuesta poco. Y, muchas veces, es la mejor manera que tenéis de apoyar lo que os gusta. Sobre todo si es música. Y si es tan cojonuda como la que hace esta buena gente que nos ha alegrado tantas noches.
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