Cuando la cultura toma la calle, la ciudad recupera la vida… Ahora que estamos inmersos en una vorágine de pactos postelectorales que auguran un futuro incierto, a Radio Alicante se le ocurrió la brillante idea de recordarle a los negociadores que, aunque los antiguos gestores de la ciudad se empeñaran en enterrar casi todo lo que tuviera que ver con arte y cultura, Alicante es una ciudad activa y entre sus habitantes sigue habiendo interés por las nuevas propuestas y muchas ganas de que estas salgan a la luz.
Prueba de ello son los dos días en los que tres de los rincones más emblemáticos de Alicante (la plaza del ayuntamiento, la de Gabriel Miró, y la explanada) se llenaron de música, magia, danzas, teatro, performances, monólogos, cine, pintura, graffiti y poesía.
Se demostró que, a pesar del desinterés de muchos que han sucumbido a las trampas anticulturales de los gobiernos del PP y las trabas que éstos pusieron a la evolución de las artes emergentes alicantinas, la calidad de nuestros artistas no se ha resentido.
Por eso, aunque no sepamos de que hablarán los miembros del futuro tripartito en sus reuniones, porque, evidentemente, hay temas muchos más importantes que solucionar en esta ciudad, esperamos que la cultura deje de ser la eterna olvidada y que, si no hay dinero para fomentarla, al menos, se planteen la posibilidad de facilitar, por ejemplo, los permisos a quienes se devanan los sesos tratando de organizar recitales, conciertos, presentaciones… que no todo sean pegas, que no infravaloren la calidad de los artistas que aquí han nacido, que les den la oportunidad de expresarse, de buscarse el pan, de creer en esta ciudad y en su evolución, de crecer, como ha crecido el low festival que algún descabezado se dejó escapar, que se tenga paciencia y se siga apoyando el festival de cine, el photoalicante, las iniciativas gastronómicas que muchos hosteleros promueven, incluso con el riesgo de perder dinero, y que lo que hemos vivido este fin de semana, más que una excepción puntual, sea la normalidad. Y quizá así, ni siquiera la lluvia pueda estropear los sueños culturales que algunos seguimos teniendo…
Chapó!! Una vez más, alto y claro!!
A ver si en vez de en las fiestas, para que cuatro se emborrachen, empiezan a pensar en lo que de verdad necesitamos
Clara