Hace menos de un año, el Ayuntamiento de Alicante cedía las competencias de la gestión del Castillo de Santa Bárbara a Turismo, posiblemente, la Concejalía que menos hace por Alicante, no porque no tengan dinero, ni hagan campañas sonadas, sino porque a la hora de la verdad, poco de las millonadas invertidas en ellas tiene repercusión real en la ciudad de Alicante. Más allá de titulares pagados en tiempos de Fitur.
Llevan años anclados en el desfasado concepto del turismo de sol y playa. Un coto cerrado en el que, aunque deberían, no meten la cultura, el patrimonio, el comercio alternativo, o nada que se salga del itinerario de dos horas del crucerista ese que se para en el primer bar que ve a beber cervezas.
Ahora, la inoperancia se traduce en un pliego de condiciones de dos años, prorrogables, que cede la gestión del uso del Castillo de Santa Bárbara (bien de interés cultural) a una empresa turística.
No hay que ser muy listo para ver que ampliando horarios, abriendo las salas que acumulan polvo (de cerrado) y con una campaña poniendo en valor el monumento más importante de la ciudad, bastaría para que una parte de ese 80% de la población de Alicante que nunca ha pisado el fortín de Santa Bárbara, sepa que más allá de la leyenda de Alí y Cántara contada desde El Barrio, hay unas vistas y una historia que sólo puedes conocer pisando sus viejas piedras. Pero ara eso, hace falta imaginación, dedicación y ganas, en lugar de lavarse las manos, como han hecho en el Ayuntamiento desde hace años..
Con más de 4 millones de presupuesto, algo más se podría haber hecho. Sin ir más lejos, con menos dinero, y más ganas, las chicas de Meet & Live, o Santa Leonor (cuando le dejaron) han hecho más por el Castillo con eventos como el Live The Roof que el Ayuntamiento. Y eso, partiendo de un déficit alarmante de accesos (con el ascensor 2 años cerrado, sin parking y sin frecuencia suficiente de autobuses de línea) y con una maraña burocrática que pone difícil poner en práctica ideas que ayuden a fomentar el «uso» de Santa Bárbara, como algo más que un elemento fotografiable en la distancia.
Como pone de manifiesto la plataforma SALVEM ELNOSTRE PATRIMONI es complicado: «Después de años de incompetencia manifiesta, de actuaciones inconexas, de abandono de los accesos, incluso de irregularidades en la gestión del Museo de la ciudad, cuyo papel han banalizado con falta de dotaciones y programación, así han culminado el proceso: Sin un Plan Director del uso y gestión de la fortaleza, sin debate ciudadano ni participación de la oposición, sin tiempo para considerar la propuesta o discutir el propio pliego de condiciones…, y desatendiendo por completo el total desacuerdo de la oposición, con la más absoluta ausencia de debate público».
La Concejalía de Cultura no hacía mucho, pero, al menos, tenía un fin a desarrollar, más allá de las cuatro mierdas exigidas a los gestores de los bares que allí están abiertos. Santa Bárbara no es un parque temático, ni un coto privado de cuatro negociantes. Es un bien de Interés Cultural que merece un cuidado y un tratamiento a la altura de lo que se está haciendo en Denia o Guardamar con sus castillos.
Al menos, convendría partir de un plan director abierto a la participación ciudadana. Una estrategia a medio-largo plazo, y algo más de amor por el patrimonio, lo propio y una de las pocas cosas que deberían enorgullecer a los alicantinos: su historia.
Así que, si estáis de acuerdo, os instamos a que firméis ESTA PETICIÓN, para que el equipo de Gobierno de Alicante dé marcha atrás inmediatamente, a una decisión que escurre el bulto de una manera que, como alicantinos, debería enfadarnos.
Desde CCOO del Ayuntamiento hemos trabajado y peleado para que esto no ocurriera pero la ciudadania tiene que ayudar para que no se privatice.