La vuelta a la realidad, lo que el resto del mundo llama rutina y yo llamo verdad. Seguramente, porque me cuesta entender que la gente se pase un año esperando a sus 20 días de vacaciones para hacer cosas.
Vuelvo a trabajar, sí. Pero eso no quita para que pueda seguir disfrutando, tomándome un brunch, o un té a las cinco, o ir a cenar un jueves, o alargar un martes porque esa amiga, ya sabes quién, te lo pide, o bañarme en la piscina de tu amiga Pili. La playa está más vacía, tienes menos problemas para reservar en los sitios, los madrileños se han vuelto a sus guaridas de centro, los niños al colegio, las petardas agotan su arsenal de selfies vacacionales y tu puedes vivir casi igual.
Dormir más horas o pasar más horas tumbado, no hace que estés menos cansado. Está científicamente comprobado. Si te preguntara por una serie que viste hace un año, apenas te acordarías de nada. Igual que si la pregunta va de lo que hizo tu influencer favorita hace un mes.
No te engañes. Hoy empiezas a currar. Tendrás más vida social, te cruzarás con más gente. Pronto no tendrás que disimular tu panza y el día tiene unas 16 horas más para disfrutar.
¡No lo olvides! El resto, sólo está en tu cabeza y en lo que quieren que pienses. Para todo lo demás, tienes una agenda llena de planes. Busca AQUÍ el tuyo.
Fdo: Elena Sin más
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