Todos los raros fuimos al concierto… ahh no, que eso fue el viernes en Ibi; ¿oh no?
Es raro plantearse el domingo como un día más en una ciudad tan (mal) acostumbrada a desperdiciar el antes conocido como día del señor. Al menos, hasta que, a eso de las dos y media, empieza a oler a arroz por las calles;
Los chicos de Atiende Alicante, llevan dos domingos (y un viernes) cambiando nuestros malos hábitos a base de buena música. Y ésa, siempre es una escusa propicia para respirar una parte del cambio que estamos empezando a intuir por estos lares.
Lo mejor de la nostalgia, es que nos acerca una parte de la realidad vista en el retrovisor de nuestras intenciones. Y queriendo que los tiempos de la Camon no se olviden, gente como la promotora Un fulgor de moda antónima, se ha empecinado en generar iniciativas que regeneren, en cierta manera, la vida cultural de esta ciudad de apegos variables.
Para ello, esta vez, echaron mano de la hemeroteca electrónica, para que conociéramos a uno de los pioneros de este género: Simeón Coxe, una mezcla entre Freddy Krugger, el profesor chiflado y Juan Tamariz, que con sus osciladores, cambió el mundo con la ayuda inestimable del tristemente fallecido Danny Taylor.
Nadie sabe que hubiera sido de ellos si no se les hubiera ocurrido vacilar a la Pan am con aquella irónica y polémica portada de disco, que provocó que tuvieran que huir de la justicia un año y desaparecer del panorama musical durante una larguísima temporada.
Por suerte, los nostálgicos tienen la buena costumbre de reciclar discos antiguos. Y en una de esas miradas retrospectivas, alguien le quitó el polvo a las manzanas y recuperó el brillo plateado de este experimento que resultó ser uno de los puntos de partida de la galvanización de los acordes.
Tras años de anonimato, los silver aples tuvieron la merecida recompensa de pasar del mundo de los descatalogados a la lista de referentes de grupos como Stereolab, Broadcast, Portishead… De hecho, con la reaparición de «silver aples» este disco olvidado de 1968muchos discutieron la propiedad de precursores de la electrónica que siempre se le había adjudicado a Kraftwerk.
El caso, es que ese tipo raro, pasó por nuestra ciudad a mostrarnos su manera de entender la música. Y teniendo en cuenta que ese lujo, sólo lo han tenido en España, a parte de nosotros, Barcelona y Madrid, nos empapamos de texturas cósmicas y destripamos la parte científica de la música para pasar casi dos horas de guateque setentero.
Los más pragmáticos, pensaron que todo lo que Silver Apples nos regaló, puede hacerse con otra manzanita plateada más comprimida (un mac). Pero los que miramos más allá, optamos por maravillarnos pensando en que hacer eso mismo, que nosotros tuvimos la suerte de ver ayer, en los tiempos en los que aquí seguíamos sometidos a la ley marcial, es un opulento placer similar al que sentimos la primera vez que vimos «2001 odisea en el espacio» o «la guerra de las galaxias».
De los sonidos que salían de las cajas de ritmo y los sintetizadores destripados, podíamos intuir matices de los grupos que más nos han hecho mover el esqueleto en las últimas décadas: desde fondos de Chemical brothers, tonalidades abstractas rollo Crystal castles y cosas así;
Lástima que en el teatro no se pueda bailar, a no ser que toque Nick Cave. Pero, a pesar de ello, gozamos con una media tarde noche de domingo cojonuda, sin pereza, ni resacas y con un alimento prohibido, para algunos, llamado manzana plateada, digoooooo: cultura;
Por cierto, que antes de Simeón, nos dieron una pequeña sorpresa con un interesante grupo telonero catalán llamado: Pacosan. El batería muy bueno, y tal, y lo del vocoder: también. De hecho, estuvo correcto ese contrapunto en forma de guiño a Kraftwerk en una noche tan surrealista.
Al fin y al cabo, lo bueno de tener un punto de partida, es que cada uno elige el camino que considera conveniente, y la mezcla de matices que estos chicos transmitieron en el escenario, ponen de manifiesto lo agradecidos que le tenemos que estar a los silver apples y, a otros innovadores que llenaron de cables cruzados y circuitos un mundo reservado a los supuestos; algo parecido a lo que pasa en Alicante y la necesidad que algunos de sus habitantes tenemos de cruzar cables, cambiar hábitos, y otras escusas que nos llevan al inmovilismo, al que llevan años intentando someternos.
Por si los queréis escuchar a Pacosan: aquí tenéis su ultimo disco «spaces confes»:
Y la semana que viene, otro domingo astromántico musical con Baralides y dr Jau: http://atiendealicante.com/?page_id=59
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