Como sucede desde hace 10 años, la Fundación Contemporánea publica los datos de su “particular” Observatorio de Cultura: Biblia del clasismo más rancio de la vida artística de este país, que, como toda encuesta, tiene su parte de razón y su porción de subjetividad interesada.
Habréis leído muchos análisis ególatras de los resultados: el quinto puesto de la Comunidad valenciana, el descenso a los infiernos de Alicante (ciudad 31 del ranking) en la que sólo «existen»el Teatro Principal y el Maca… o más bien, la obviedad de que a más inversión, mejor puesto. Lo que nos deja un sinfín de apuestas minoritarias «fuera de concurso» y un sinfín de preguntas por responder.
Seguimos sin saber quiénes son esos 336 «miembros del panel», consumidores de cultura que deciden «lo que mola» y lo que no. Textualmente: más de mil profesionales de primer nivel de nuestra cultura: escritores, artistas, directores y actores, músicos, arquitectos y creadores de todos los campos; responsables de fundaciones, directores de museos, centros e instituciones culturales; editores, productores, promotores, galeristas y responsables de industrias culturales; comisarios de exposiciones, gestores culturales y profesionales del sector, así como responsables de áreas e instituciones culturales de la administración pública central, autonómica y municipal.
Como los nombres de estos sabelotodos de la cultura no es público, no podemos opinar de si todo esto parte de un criterio correcto, pero hay una pregunta lógica que los datos sí responden ¿La cultura es grandilocuencia? Parece ser que sí. Y obvia, ya que los centros más valorados son El Prado, El Reina Sofía, El Gughenheim, el Teatro Real o el Zinemaldi.
¿No os chirría? Lo primero, que no sean nombres concretos y lo segundo que en esta ambigua lista haya un perfíl básicamente ególatra, combinado con ¡tachán! “administradores públicos“.
Antes de seguir con el análisis os invito a que abráis (y leáis sin mediatización) el ESTUDIO COMPLETO.
Para empezar, una obviedad: Madrid, el País Vasco y Cataluña son este año, y por este orden, las Comunidades más destacadas por la calidad e innovación de su programación cultural. Y por lo que yo sé, también son las que más inversión pública y privada reciben, seguidas de Andalucía y la Comunidad Valenciana. Entre las cinco, el mérito real es que Euskadi pueda codearse con las dos grandes capitales nacionales, además del crecimiento de la patrimonial Castilla León, pero echo en falta una comparativa entre el gasto en cultura y la repercusión que ese desembolso tiene en cada Comunidad. Ahí podríamos analizar de verdad la repercusión de cada propuesta.
El segundo punto del estudio se centra en la calidad y la innovación de la oferta cultural de las ciudades nacionales. Y, de nuevo ahí, surge otra duda ¿programación de qué? porque, curiosamente las primeras de la lista son, también, las 6 más pobladas. Valencia es la cuarta y Castellón no aparece, lo que evidencia el centralismo del que siempre nos quejamos con ese 2% de inversión en cultura en una población que reúne el 37% de los habitantes de la Comunidad.
Pero bueno, suben las ciudades que han aumentado su presupuesto dedicado a cultura (Pamplona, León, Salamanca, Burgos…), aunque no sólo el dinero importa, ya que Alicante también cuenta con más dinero este año, pero seguramente nuestro «pecado» tiene que ver más con la imaginación y la difusión, que con la pasta a gastar.
Pero sigamos con la letra pequeña de este estudio. ¿por qué está Santander tan bien valorada? Obvio: el centro Botín. Y ¿las demás ciudades? Ahí la clasificación no tiene que ver con la pasta que mueven determinadas instituciones… ¡qué va! lo mejor de España en 2017, fue lo mismo que en 2016, 2015, 2014… vamos: el Reina Sofía, el Prado, el Guggenheim, Arco, el Thysen, el Teatro Real… patatín y patatán, los eruditos valoran que Goya es más interesante que Sempere (¡qué listos!) o que un teatro con un presupuesto de 50 millones de euros programa mejor que una con unos cientos de euros e imaginación (¡cuánta inteligencia!). Yo a esto lo llamo snobismo y obviedad, lo que no sé si está basada en opiniones contrastadas, en el dinero que generan, en la originalidad de la propuesta o en qué clase de parámetro (porque no se cita en ningún lado).
El siguiente punto nos lleva a otro tópico en la cultura: el centralismo. O lo que es lo mismo: valoremos una Comunidad por la capacidad, básicamente, de su capital. ¿qué es lo mejor de Madrid? Madrid ¿y de Catalunya? Barcelona ¿y de Euskadi? Bilbao y Donosti ¿y de Alicante? el Maca y el Teatro Principal.
Llama la atención que de tantos votantes, por ejemplo en la Comunidad valenciana, sólo les salgan 11 cosas reseñables. Habiendo sólo en Alicante más de 50 auditorios/teatros, más de 40 festivales de música, museos en cada rincón de la provincia, propuestas artísticas que van desde la danza, hasta el teatro, pasando por la fotografía o el circo… pero solo el MACA, el teatro Principal son interesantes… y, por cierto, ha desaparecido Las Cigarreras, que por programación, puede ser que lo merezca, pero por su apuesta por el futuro y por la investigación, no entendemos muy bien que le resta relevancia con respecto al pasado año.
Aquí sí que tenemos especial interés en saber quiénes votan tan magnífica aportación (aunque sólo sea para recomendarles nuestra agenda y que se den una vuelta por Villena, La Nucía, Alcoi el Teatre Arniches, que descubran el Photoalicante, Abril en Danza, nuestros festivales de cine, el Low Festival y los más de 40 festivales de música…) o, ya que estamos, que si van a citar el festival Tercera Setmana, añadan la coletilla Alicante al lugar donde se celebra.
Veis como hay que leer algo más que el titular... pues ahora el acabose… también llamado punto 5: “Respecto al momento actual de creación y repercusión internacional en cada uno de los campos de la cultura”, resulta que la cultura se ha convertido en instagram, y lo más destacable de las artes es ¡tachán! La Gastronomía, el diseño, la arquitectura y la Moda. Si algo nos ha caracterizado a los artistas a lo largo de la historia es que nos morimos de hambre y que, aunque tengamos buen gusto no nos da para trapitos nuevos y, normalmente, somos “andrajosos” y no abunda la comida en nuestros platos. Pero ahora resulta que la cultura no es ni escultura. ni pintura, ni música. ni danza, ni literatura, ni cine (séptimo arte), ni fotografía. No, lo más valorado es la Gastronomía y la moda. Y siendo una de las provincias con más estrellas Michelín, tampoco hablan de nosotros en eso… ¡No hay más comentarios señoría!
El estudio concluye con dos apartes dignos de mención. El primero, poco detallado, habla del aumento de la inversión pública en Cultura (por cuarto año consecutivo), posiblemente, la más reseñable de las noticias extraíbles del estudio y que curiosamente, muy pocos medios han citado.
Y el segundo, la importancia de la comunicación en la repercusión de la cultura. Nos vamos a quedar con que los eruditos valoran con alta estima, la eficacia (y el curro) de los medios online, aunque muchos ayuntamientos/instituciones sigan gastándose el presupuesto de publicidad en Medios obsoletos y con un criterio decreciente (esto no lo dice el estudio, lo dice el público). Con un aparte, que ratifica lo anterior, con una queja generalizada a la que no se le pone remedio: “la atención de los medios a mi actividad cultural”, y la distinción entre el amor al arte y el amor al dinero (mal invertido), y una crítica hecha número que valora la mala comunicación (tradicional y digital), las malas relaciones entre gestor y medio, la falta de presupuesto (o su despilfarro), etc.
Por cierto, que la autocrítica, tampoco está de más, y este año hemos reducido oscensiblemente la calidad de las propuestas (sobre todo públicas) y se ha aumentado el distanciamiento entre instituciones (gran lacra de esta nuestra ciudad), así como la falta de unidad entre las «poblaciones bandera» de la Provincia. A lo mejor, tener un calendario de eventos, facilitaría la visibilidad de todas las cosas que se hacen, auspiciar cosas menores y unirlas en una programación, tampoco sería descabellado, por no hablar de desviar unos fondos mal utilizados en el turismo a la cultura, o reclamar a la Comunidad un poco de dignidad e igualdad.
Resumiendo: la cultura de base no tiene importancia. ¿quién quiere invertir en un nuevo artista si ya está el Prado con Picasso, Velázquez, Goya, El Greco…? si quieres “buena” cultura vete a Madrid, Barcelona, o en su defecto, a la capital de tu Comunidad. No indagues en el mundo Underground, porque son unos muertos de hambre y si quieres arte de verdad: vete a un buen restaurante, o a una boutique, que los teatros y los museos ya no ofrecen esas cosas.
Fdo: Un experto gestor cultural/diputada de cultura/luchador artístico con el sustento de mi papá o una multinacional que me dice, vota ésto que tenemos cuatro amigos en el periódico que verás que análisis más conciso hacen del asunto…
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