Un dj bueno tiene tres características: la innovación, la capacidad de acoplarse a la situación y el talento para sorprender. Al malo, le caracteriza que, en apenas dos horas de sesión, repite grupos y canciones como si no hubiera más de 70 años de «música moderna» para elegir.
Basta un simple tardeo, para darse cuenta de que en la «escuela alicantina», seguramente por la falta de cultura musical del público, abunda la mediocridad a los platos. Todo se limita a la misma base en, seguramente, el mismo tempo (para que no sea complicado mezclar los temas) con un repertorio de 10 o 15 canciones que siempre son las mismas: «Toro» (del Columpio asesino), «Mi realidad» o «Emborracharme» (de Lori Meyers), «La mujer de verde» (de Izal), «No gires» (de Varry Brava), alguna de Love of Lesbian, una de Alaska y otra de Los Planetas, «A cualquier otra parte» (de Dorian), «Que no» (de Deluxe), «Años 80» (de Los Piratas), «Solo quiero bailar» (de Zenttric), «Valiente» destrozada con samples a destiempo (de Vetusta Morla) «Mi fábrica de baile» (de Joe Crepúsculo), «eez – Eh» (de Kasabian), «What you know» de (Two door cinema club) y «Midnight City» (de M83)… Casi todas, con más de cinco años sonando una vez cada hora en los «sitios de moda» de esta ciudad y en los festivales, venidos a menos, de la península. Para ser modern@ hay que renovar algo más que tus costumbres de afeitado, tus ropajes y tus gafas.
Obviamente, esta opción tan «postureta» es mucho mejor que escuchar el «despacito» (de los cojones) 20 veces en una hora, pero creo que el del sábado fue mi primer y último tardeo del año. Ya no sólo por la música, sino por el agobio, las peleas, la afonía del día siguiente, el nivel de «pasarse de la raya» de algun@s y otros detalles que es mejor omitir.
Respeto el negocio, pero yo para aburrirme me quedo en mi casa. Ya no sé si me he vuelto raro o la vejez ha empezado a hacer estragos en mí, pero tardes como la del sábado ratifican que hay una parte de esta ciudad anclada en el pasado, acomodada y sin ninguna intención de evolucionar. Y éso, siendo viejo, o no, es algo que me da pena.
Por suerte, hay otras opciones interesantes, más allá de lo que la mayoría hace y, visto lo visto, hoy me parece un poco menos caro pagar cinco euros por un concierto, 8 por una entrada de cine, 15 por ver una obra de teatro, o incluso 20 o 25 por cenar bien.
Sabiendo donde están las masas aborregadas será más fácil disfrutar de los aperitivos con vermú, las tertulias de tarde con café y Guinnes y las postcenas digestivas sin música previsible. O ¿por qué no? como este mismo sábado, acabar una noche viendo una peli alicantina en el Clan Cabaret o bailando música garagera en el Jendrix, en el Mono o en el Supporter, que aunque también están anclados en el pasado, saben abrir el abanico del tiempo preocupándose más por el criterio que por lo que el público sin gusto demanda.
He ahí la clave: el criterio… ¿dónde quedó el criterio? Quizá, como escribió Stephen Covey, habría que tener en cuenta que: «Sin duda, el criterio de gano o pierdo tendrá validez en situaciones verdaderamente competitivas y de baja confianza. Pero la mayor parte de la vida no es una competición».
De hecho, la competición en Alicante, hace tiempo que la perdimos. Allá cada cual con su forma de divertirse…
Robert dice
En Alicante hace unos quince años podías escuchar música indie de veras, electrónica bailable sin tener que pagar entrada para una discoteca, soul, funk, rock, garage, electropop, casquería fina, vamos… casi lo que te apeteciese, tan solo tenías que moverte de una zona a otra, Danz, Ovuca, Sonora, 6, inicios del Soda, el primer Pixies… Para lo que han quedado… Qué razón tiene este artículo y que necesario y que alegría ver que no soy el único que piensa así. Porque si ahora vas y pinchas a Stereolab te miran raro. Porque si se te ocurre no ponerle una base machacona a alguna de las canciones que ya se pinchaban en Stereo hace una década la gente ni la reconoce… Suscribo a pies juntillas esta mediocridad en la que ha caído Alicante. Mientras que Valencia por fin ha despertado de su letargo y la oferta es mucho más ecléctica que lo era, pues eso, justo hace 15 o 18 años que uno se vino al sur.
Juli dice
Amigo periodista amplia tu radio de tardeo a las zonas no tan calle castaños y descubrirás que hay más variedad de la que imaginas. Te recomiendo lo que antaño era conocido como la ruta de la madera o algún que otro local del barrio.
JonAdmin dice
Lea usted el final del artículo… pero bueno, el caso es que el concepto actual de tardeo ha dejado de apetecernos. Así que buscaremos alternativas.
Un saludo Juli.
Fran Lenden dice
Señor redactor, veo que ud. se juega el físico haciendo esta crítica, el negocio es el negocio.
Por cierto estos temas no los conozco: “No gires” (de Varry Brava), “Solo quiero bailar” (de Zenttric), … veo que soy más raro de lo que pensaba.
En fin, por suerte en la provincia hay otras formas de diversión cultural que ud. muy bien nos informa.
Por si le sirve de algo, por mi tierra se suele decir: «Quien no quiera polvo, que no vaya a la era»….. La próxima vez se hace unos kms. y nos visita que seguro que el tardeo cultural que le proponemos le satisfará más.
La burbuja del Tardeo Djo explotará, luego saldrá otra cosa, con serpentines, gafas de sol, y pinchada encima de los reproductores o consolas, jajajjaaja!!!!
5Jotas dice
¿Te has puesto alguna vez a los platos a capitanear una sala durante 4h? Partiendonde esa premisa, me voy a la del público, ¿que quieren? Y sin olvidar del negocio de una sala en si.
Volviendo al tema del público… es jodido amigo, un tema muy pantanoso. Y desgraciadamente los djs son el reflejo del publico y muchas veces toca resignarse a lo que ELLOS piden, es complicado innovar. Y si, tienes razón, esa lista de canciones de arriba debería estar ya prohibida, pero te invito a pasar una tarde conmigo ahi detrás y verlo desde otro prisma.
Aún así, estoy de acuerdo contigo en gran parte.
JonAdmin dice
Pinchar he pinchado muchas veces. Incluso en bodas (ésto no se lo cuentes a nadie…) sé lo que es abrir tu abanico por negocios, de hecho, lo digo en el artículo: respeto el negocio. Otra cosa es que esté de acuerdo con él. E imagino que como, tú, hace tiempo que llegué a la conclusión de que el público no siempre tiene la razón.
En su momento tuve la suerte de dar con jefes que tuvieron paciencia (otros no). Te aseguro que los que la tuvieron salieron ganando, porque acabaron teniendo la música y la gente que querían en sus garitos. Por éso hablo de criterio. Yo entiendo que los bares en los que estuve el sábado tienen un «criterio pop», con todo lo que éso conlleva ahora mismo. Y no les critico, simplemente digo que a mí y a otros muchos éso no nos gusta y la siguiente vez que salgamos a comer, buscaremos una alternativa a lo que el tardeo, en general, nos ofrece.
Un saludo.
Jota Over dice
Te ha faltado La revolución sexual 😉 Yo pinchaba sesiones de 4 horas (desde medianoche hasta 4 o 4.30 a.m.) todos los findes, y cada año me salía un setlist de unas 1200 canciones diferentes. Plegarse a lo que pide el público es justificar la telebasura o sufrir que el libro de Belén Esteban esté entre los más vendidos del país. Con todos mis respetos a los clientes, que son los que pagan nuestro sueldo, los profesionales somos nosotros. No me imagino diciéndole a un fontanero qué herramientas debe usar, o indicándole a un médico cuándo debe operar o cuándo no. Si en determinados ambientes la «escena» dj se ha desprestigiado tanto, es porque nos hemos convertido en poco más que en una lista del Spotify que siempre suena a lo mismo. Para mí no hay muchas opciones: o hacer tu trabajo (siempre atento al ambiente y gustos del local) o permitir que otros lo hagan por ti. De seguir así, el futuro será una app que con la que los clientes se conectarán a la mesa para pinchar desde sus móviles.
AZO dice
JAJAJAJA me descojono cuando dices «Basta un simple tardeo, para darse cuenta de que en la “escuela alicantina”, seguramente por la falta de cultura musical del público» y no podría ser por la falta de cultura musical del DJ???
Ruffus T dice
Leyendo esto, y aún que no sea algo recién publicado, donde se recomienda ir para evitar estas listas repetitivas y pasadas?
Visitaremos Alicante este fin de semana . Esto pasa en todas partes , así que confiaremos en tu criterio:)
Saludos