Entrevista de César Espí a Tristán Rico (Vaquero Caballo) – 09/02/2018
Vi a Vaquero Caballo en directo hará un par de años. De aquel día recuerdo que era invierno, uno de esos días los que cualquier decisión tiene un pero, y en los que salir de casa cuesta casi tanto como volver a entrar en ella después; pero por suerte para mí. Fui. Y aún sigue siendo una de las mejores experiencias que recuerde.
Siempre pensé en ellos como una banda hecha a sí misma, en los que ningún miembro sobra y ninguno falta. Músicos que tocan mecidos por sus propias personalidades pero en una extraña comunión de conjunto -los Who eran un poco así: “Somos cada uno de nosotros dentro de un todo”-.
Creo que el hecho de que seamos amigos no desvirtuará la entrevista. Al contrario. Confío en que la hará más intensa.
Conocí a Tristán Rico (guitarra y voz) a mitad de los ´90 mirando guitarras en Rogel (para desgracia de ellos mirar y comprar sólo se parecen en el tiempo verbal) Rápidamente nos hicimos amigos, llegando a tocar juntos durante algún tiempo en Los Flanders, y descubriendo, por mi parte, a uno de los guitarristas más imaginativos que conocería nunca. Poco después llegó Joan Lorenzo, un bajista creativo de alma punk y ánimo inquieto. Años más tarde conocí a Pablo Mora (batería) Un percusionista nato y un tipo de carácter tan poderoso como su pegada. Finalmente, apareció Iván López (teclados) Una mezcla entre Philip Glass y Charles Dexter Ward al que es imposible imitar musicalmente; y lo digo con razón de causa.
Su música, al igual que sus personalidades, es una suerte de choque imposible donde pasan docenas de cosas a la vez, siendo Prisión Paraíso la confirmación de hasta donde se puede llegar cuando la única condición es poner en marcha un millón de ideas juntas.
Estos son Vaquero Caballo, y lo que sigue, es su compositor y líder, Tristán Rico, contándonos algo más…
Prisión paraíso lleva tiempo grabado, sin embargo, no os habéis decidido a publicarlo hasta hoy. ¿Qué es lo que ha pasado?
Pues cosas que van dilatando los tiempos inexorablemente; Iván ha sido padre de una niña preciosa y Ombrebueno de una animación, teaser para presentar este disco, también preciosa. Ha nacido a las 54 semanas y ha pesado cuatro gigas… (risas)
En una de mis épocas como músico errante traté de colaborar con vosotros a los teclados, doy fe de lo complejo que fue ponerme en los zapatos de Iván y sus complejos arreglos de sintetizador. Pese a no haber dado el tipo, no voy a actuar plañideramente como Dave Mustaine en aquel documental de Metallica “Some Kind of Monster”, porque creo que, realmente, la marcha de Iván del grupo deja un fuerte vacío en vuestra estructura. ¿En qué afectará su marcha a la banda?
No se ha ido, solo estaba de baja por paternidad. Además, lo ha retomado con fuerza y se ha comprado un par de cacharros nuevos. Parece que es su forma de expresar que nos aprecia…
He tenido la oportunidad de asistir a varios conciertos vuestros y creo que sois una de esas bandas con magia en directo. No obstante, no parecéis el tipo de grupo disciplinado de cuatro ensayos a la semana. ¿Cómo funcionáis en ese sentido?
Nos gastamos más dinero en el bar de al lado que en el alquiler del local de ensayo, más del doble, pero pasamos el mismo tiempo en él, una hora a la semana. Con este horario la sensación es que no hay dinámica, que no pasa nada. Para mí antes era desesperante, ahora ya no tengo prisa… Cuando termine este ciclo, sin darnos cuenta empezará otro, no sabemos hacer varias cosas a la vez.
¿Cómo definiríais Prisión Paraíso y la música que contiene? ¿Qué ha significado hacerlo?
Al menos para mí, por un lado, ha significado seguir saliendo de la famosa zona de confort, hacer canción ligera en un entorno que parece que gira alrededor del “punk”. En cuanto a la música, es una colección de experimentos que mantienen elementos comunes. Parte de la creatividad reside en cambiar el punto de partida. Rompecabezas, por hablar de canciones, parte de una idea de batería (pensada sin instrumento) y Factor frescor, de unas frases con el ukelele durante un viaje a Tudela. Mejor menos y The New Juan Ramón, salieron en una época donde estuve sacando con mi amigo Pablo versiones de “house” de los noventa.
Una absurda teoría musical dice que la elaboración segundo disco suele ser un proceso duro porque las expectativas son más altas que con el primero. ¿Habéis pensado ya en el tercero que es el de la consolidación?
Tenemos unas cuantas canciones, unas cuantas siguen la línea más artesanal del primer disco, entrando de lleno en la canción ligera. Otras son más divertidas y usan el sintetizador de Iván como sonido principal, algo como punk, rock progresivo… hecho con máquinas de pinball. (risas)
2017 ha sido un año en el que se ha producido muchísima música en Alicante. ¿Qué discos destacáis?
La verdad es que 2017 es el año en el que menos música he escuchado. Me ha flipado el disco de despedida de Madre Máquina, en serio. También descubrí a Joan Colomo en el Transtropicalia; pero en la música de aquí no he estado muy atento.
Siempre me gustaron los grupos mitad realidad mitad ficción. De todos, los que más me impactaron siempre fueron The Residents, un grupo del que nunca se conoció la verdadera identidad de sus integrantes porque ocultaban sus rostros tras un enorme ojo con chistera. Creo que continuáis una tradición muy artística dentro del rock and roll que es la del alter-ego. ¿Cómo fue la idea de convertiros en hombres-caballo y quien se encarga del fabuloso artwork de las portadas?
El nombre de Vaquero caballo se le ocurrió a mi hijo Arnau con cuatro años. A todos nos gustó y hubo bautizo. Probamos con las máscaras en nuestro primer concierto, pero dan demasiado calor y ya solo las usamos para salir guapos en las fotos de grupo… El “artwork” ha seguido siendo cosa, como en el primer disco, del increíble Sergi Sánchez (aka Ombrebueno)
¿Dónde podremos encontrar Prisión Paraíso?
El vinilo se podrá comprar desde nuestras plataformas y en alguna que otro espacio físico como el Ocho y Medio. También se podrá escuchar online estará en Spotify , Bandcamp e Itunes..
Decidme una canción, la que sea, en la que os hubiera en la que os hubiera gustado tocar o hubierais querido componer.
No sé… ¿la sintonía de Informe semanal? (risas)
He de decir que, mecido por la curiosidad, busqué esta sintonía para escucharla mientras redactaba la entrevista. Me constó un rato, pero como internet puede ser un mundo de dulces psicópatas, terminé por encontrarla, descubriendo, para mi sorpresa, que es de un compositor valenciano llamado Rafael Beltrán Moner, quien también compuso la de “Estudio Estadio” (un hit menor en comparación con la anterior pero igualmente épico) Crecido por la experiencia del saber y la nostalgia, terminé adentrándome en senderos aún más sinuosos, como escudriñar la pieza que abría los informativos de hace 30 años, y cuya parodia de “Martes y Trece” es todo un clásico (Albedo 0.39 – Pulsar. Vangelis) o Paris-Texas de Ry Cooder, que encabezaba de forma inquietante “Documentos TV”; un programa tan incombustible como el propio Cooder. La cosa terminó con Isao Tomita y su versión del Arabesque nº1 de Claude Debussy, melodía inolvidable para aquellos que hemos vivido “El Planeta Imaginario”, y otro de esos programas que te podían dejar el cerebro hecho fosfatina. Todas ellas de la misma época. Los ´80 españoles (la última vez que en TVE se puso al volante alguien que no oliera a coñac y puro)
No sé bien que habrá sido del señor o la señora que proponía las sintonías de los programas en la televisión, pero, por lo que a mí respecta, y desde la devoción, espero que cuando muera le esté esperando el Valhalla.
Vaquero Caballo tienen su segundo disco ya en la calle, Prisión Paraíso, y si los quieres escuchar antes de verlos en directo el día 15 de marzo en el Aula de Cultura de la Cam, dentro del M Festival de Rock Mediterráneo.
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