Chaplin escribió que: «la vida es una obra de teatro que no permite ensayos… Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes de que el telón baje y la obra termine sin aplausos». Con The new raemon no había dudas, de que tras la última escena musicada, la aclamación despediría una hermosa tarde de domingo en un Arniches repleto. Pero satisface saber, que después de haber visto más de diez pases de esta improvisada creación, el muy cabrón mantiene intacta la capacidad de sorprendernos, lo que, indirectamente, demuestra, que todavía hay mucho ep perdido en la, ya, amplia discografía de este solista catalán, al que a veces le gusta tocar acompañado y otras no.
Debe ser que el desamor sigue
teniendo tirón, o que aunque en Disney se empeñen en tratar de extender lo contrario, siguen haciendo falta ruinas personales para construir un estable desafío en el que basar una obra que se pueda representar por los rincones más recónditos de la geografía nacional.
Después de un acto en Murcia y otro en Valencia, los actores tenían más pinta de protagonizar una escena de Walking dead que un cuento de hadas para aspirantes a princesas. Quizá por eso, buscaron un lugar solemne en el que el público pudiera aposentar sus exigencias en las butacas, y en el que la ironía del narrador tuviera casi la misma relevancia que las aspiraciones de los que, supuestamente, siempre tienen la razón.
teniendo tirón, o que aunque en Disney se empeñen en tratar de extender lo contrario, siguen haciendo falta ruinas personales para construir un estable desafío en el que basar una obra que se pueda representar por los rincones más recónditos de la geografía nacional.
Después de un acto en Murcia y otro en Valencia, los actores tenían más pinta de protagonizar una escena de Walking dead que un cuento de hadas para aspirantes a princesas. Quizá por eso, buscaron un lugar solemne en el que el público pudiera aposentar sus exigencias en las butacas, y en el que la ironía del narrador tuviera casi la misma relevancia que las aspiraciones de los que, supuestamente, siempre tienen la razón.
En estos casos, lo complicado suele ser romper el hielo. Así que no viene mal intrigar al público presente con una historia real, como pincelada de ese disco nuevo, que lleva un par de meses formando parte de la B.S.O del 2015.
Con el rompehielos en marcha, todo resultó más fácil, saludamos a la reina del Amazonas, al Yeti, a los intrusos… y llamamos al pasado para sentirnos más reales e imprescindibles, que sucedáneos.
Suponemos que como a nosotros, el primer recuerdo de The new raemon que tendréis estará ligado a algún desamor.
Durante un tiempo, para nosotros, Ramón Rodríguez era el jodido Alex Ubago del indie español, porque entre desgracias, catástrofes y soledades no encontrábamos un ápice del positivismo que nos transmitían esos grupos, de estribillo fácil, que veíamos en los grandes festivales.
Luego, a medida que fuimos cumpliendo discos de The new raemon, entendimos que no sólo de felicidad vive el hombre y que no hay nada como vivir un desastre, para dar a la luz la trascendencia que merece.
El cerebro hace sus propias, y libres, asociaciones. Es también el único capaz de mezclar lo bello y lo bestia sobre el encuadre de un momento determinado o el que grita: «tinieblas, por fin» como si los cuentos chinos fueran una torpeza irrelevante, y la sensatez fuera la estabilidad que nos hace dar los pasos que nos separan de los lugares más interesantes.
SupneEs de suponer, que las tristezas superadas son las que nos convierten en corredores de fondo, o en Marathon´s men, y las que nos hacen reducir las distancias entre la falsedad de las risas enlatadas y el refugio de Supermán. Puede que por eso, nos dieran ganas de tirar la etiqueta del melodrama y ponernos a botar sobre las butacas cuando «la ofensa» hizo temblar los cimientos del repleto teatro Arniches.
Aunque suene contraproducente en muchos dramas la comedia suele estar presente y, por un momento, confundimos la barba de Ramón con la de Eugenio y las penas implícitas de 20canciones, se convirtieron en un chiste, mientras la cafetera acababa de transformar los granos del desengaño en un coro humeante de Simones y Garfunkeles, de chicas con la voz aguda y hombrecitos emulando los bajos de la voz de Stallone. En definitiva, la fiesta, la ovación que temía no disfrutar Chaplin, la tarde de domingo sin arroz en Alicante y el vistazo a la agenda para marcar en rojo la siguiente sesión de pereza despabilada por Ramón Rodríguez, Javier Vega, Marc Prats, Pablo Garrido, Lluis Coch y el espabilado que encendió las luces a mitad del concierto;
Este es el repertorio completo del concierto:
Y está la crónica que hicimos hace unos meses, cuando tocó sólo en la Stereo: http://alicantelivemusic.blogspot.com.es/2014/09/cronica-de-new-raemon-en-la-stereo.html
Anónimo dice
Magnifico concierto el de ayer por la tarde!! Estupenda iniciativa la de los chicos de ATIENDE ALICANTE, que nos tiene muy entretenid@s últimamente!! y gran crónica Jonn!! 😉
Jonn dice
Gracias y que duren las buenas iniciativas
Anónimo dice
Maravilloso, leer esto es como volver a estar allí. Gracias Alicante live Music