La danza está cambiando, igual que Alicante y de la mutación de la modernidad surgen «alineaciones de planetas» que hacen que una mañana de febrero, Víctor Ullate haga un parón en su ajetreada agenda para presentar, en el Teatro Principal de Alicante, el World Dance Fair que se celebrará del 2 al 4 de marzo en Alicante.
En la mesa, además de este referente de la danza nacional, encontramos a la Concejala de Cultura (Gloria Vara), al director del Principal (Francesc Sanguino), a Valerie Maciá representando al Conservatorio Profesional de Danza José Espadero de Alicante y a Asia Lukmanova, conocida por su trayectoria como directora del Russian Masters Ballet Camp.
La incertidumbre corroe a los periodistas asistentes. Las nuevas propuestas generan dudas, pero disiparlas no es más que una cuestión de paciencia.
¿Qué es World Dance Fair? Una pista de despegue para los que quieren hacer de la danza una forma de vida. El cambio, como apuntilló el sr Sanguino al final de la charla, es que «estamos tratando de invertir el proceso» y poniendo como ejemplo a Mamen García y a Xavi Mira, argulle, con extraña confianza, que el futuro de la danza debe convertir a Alicante en un punto de partida para los que lidian en la frontera entre la dedicación y el reconocimiento profesional.
A partir de ahí, el riesgo no es más que una parte de la ecuación. World Dance Fair es una preparación al casting que mezcla formación con trabajo, premios de 1000€ para el ganador, visitas ilustres de grandes maestros de Viena, San Petersburgo, Munich, Berlin, La Havana… y estilos diversos como la danza clásica, la contemporánea, la urbana. Que sea la primera vez que se ponga en escena no significa que no venga bien avalado y para alguien que no suele ir a ver espectáculos de danza, resulta evocador el entusiasmo con el que Valerie Maciá habla de reinvenciones, de creer en el Proyecto, de la desconocida calidad de los bailarines alicantinos, o de la necesidad de encontrar centros de trabajo, oportunidades profesionales o un aire nuevo en forma de transversalidad necesaria para que el pasado y el futuro de la danza se unan.
La argumentación tiene el acento ruso, acicate de todo lo que tiene que ver con la danza en si. Asia Lukmanova nos explica la parte práctica del proyecto: con la treintena de profesores de nivel mundial, la intención de que 600 alumnos puedan tener una oportunidad diferente, las 4700 personas que participarán en el evento, las exhibiciones del 3 y el 4 de marzo en el ADDA, o la participación como jurado de cada uno de los asistentes a la gran gala final, o Music Talent, del día 4, con aliciente en forma de intervención de Marchu Lorente.
El romanticismo queda para Víctor Ullate. Con una parte de lógico apoyo a la iniciativa, orgullo por ver el interés suscitado e implicación, como precursor de los musicales en España, que se traduce en su aportación al proyecto como coreógrafo, profesor o «jefe de selección» de aspirantes.
Los que, a veces, nos preguntamos qué lugar ocupa Alicante en el mundo, encontramos una respuesta cultural al acicate y manido argumento turístico. Desde fuera es una previa para el «Abril en Danza», desde la zona oscura en la que he visto la Rueda de prensa, rodeado de unos 20 representantes de medios, el orgullo de pertenecer a este mundo tan descalabrado que se aferra a ese hilo de profesionalización tan frágil. No hemos danzado, pero nos hemos ilusionado pensándolo… al fin y al cabo, ser de Alicante es una virtud, aunque, a veces, nos cueste entenderlo.
- Más información sobre las actividades del World Dance Fair AQUÍ
- Dossier Workshop Musical
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