Un duende surrealista y místico anda suelto …
- Artista : El Niño de Elche
- Fecha : sábado 24 de Febrero de 2018
- Sala : Auditorio de Torrevieja , Sala Cámara
- Aforo : alrededor del 60% de entrada
- Sonido : buen sonido general aunque el sistema Array debería estar en alto con los cajones de subgraves a ras de escenario
Breve reseña sobre el artista :
Francisco Contreras Molina , El Niño de Elche (nacido en Elche , provincia de Alicante en 1985) fue el cantaor más joven en tener una peña flamenca con su nombre. El Niño postula su distanciamiento del flamenco puro en una liberación de un mundo de poso machista, gran dogmatismo y rancio pedigrí . Una postura natural en él , un artista que se define como «queer» , fan del «techno» y alérgico a las etiquetas.
Su apuesta rompedora refleja un cierto rechazo al flamenco tradicional pero también suena a ese tipo de relaciones amor-odio que le espolea hacia una creatividad inusual muchas veces comparada con la creatividad de otro enorme “monstruo” del arte , Enrique Morente. Factotum principal de Exquirla (con los Toundra de banda de apoyo) con colaboraciones en varios proyectos (Los Voluble , Kiko Veneno , etc… aunque yo destacaría la de Quentin Gas & los Zingaros ) y después de un gran disco (Voces del Extremo, 2015 ) llega a su cima ( o no, puede que aún no tenga techo… ) con su nuevo trabajo : “Antología del Cante Flamenco Heterodoxo”.
Crónica :
En los tiempos que corren es una audacia sin igual sacar un doble cd y triple en vinilo un 23 de febrero y arrancar un 24 de febrero, en Torrevieja, una gira que le llevará a Rotterdam, Nueva York , Miami y otras muchas ciudades del mundo presentando esta magna obra titulada “Antología del Cante Flamenco Heterodoxo” . Una obra que glorifica y, al mismo tiempo , desmitifica una música tan nuestra y , sin embargo , tan desconocida para todos .
En un Auditorio de Torrevieja (Alicante) inmenso , apartado y gélido cual Antártida, comenzó la ceremonia con un ritual similar al del torero : ayudado por sus 2 músicos/mozos de espada y, en total silencio, se desprendió de su ropa de callejear para vestirse de lo opuesto a las luces (pantalones, chaleco, chaqueta y botines negros) salvo por la camisa blanca . Primer golpe de liturgia .
Segundo golpe litúrgico: sonidos de órganos de tubos e iluminación al más puro estilo catedralicio mezclado con una estética “lorquiana” de la España profunda, honda, remota y olvidada ya en el tiempo . Voz-voces ricas en matices jugando entre reverberaciones (catacumbas , catedrales , tablaos … pasión y muerte ) narrando pasajes frágiles o adustos, intensos o frívolos , densos o brumosos . Las manos de «El Niño» ondulan/caracolean como capa de Luis Candelas, como capote marcando «verónicas» . Perfilan , tientan y templan como espadas antes del lance final.
Tercer golpe litúrgico … versus seglar de teatro y carreta : interpretación del “mundo lorquiano” a través de los sonidos emanados de Shostakovich , Mahler y Tim Buckley (enorme , intensa y desnuda reinterpretación del tema “Lorca” del gran genio americano y primer portador de la “maldición de los Buckley”). Momentos tensos donde la música transciende en catarsis surrealista y el flamenco abraza los trazos dalinianos vía el verde, que te quiero verde. Y, de repente, imagen y sonido nos introducen en un cabalgar de potro blanco andaluz o trote plomizo de caballo de carreta , con un desplazamiento entre majestuoso y de arrastre , trazos del Guernica y los caballos de Dalí .
Saetas, fandangos, seguiriyas o tanguillos jalonan el resto de la actuación (con homenajes incluidos a Pepe Marchena y el cuplé / zarzuela vía Nati Mistral , Niño dixit ). Y así , con un registro vocal inmenso y poderoso , con tronío y enormemente sensible o caprichoso-juguetón, según requería el tema, asistimos a un concierto/espectáculo/acto litúrgico-profano inigualable que , para mi gusto , fue corto .
Mesura e intensidad en el mismo espacio-tiempo. 2 orejas y rabo (sin matar a nadie), vuelta al ruedo y salida a hombros del nuevo transgresor de la música en España. Un único bis fuera de micros y justo delante de la primera fila , “a capella” (tan solo secundado por la percusión del golpeo de Raúl en el anverso de su guitarra acústica) . Sencillo , llano y puro . Todo lo puro que la heterodoxia de El Niño de Elche quiere que sea .
Se le compara casi siempre con el inigualable Enrique Morente y esa obra magna de la música celestial-terrenal que es el “Omega” (con la colaboración de los Lagartija Nick ) . Y puede que su raíz sea común pero Francisco Contreras ha tomado la decisión de ir más allá aún . Un salto sin red en la música que muy pocos se arriesgan a dar. Si hablásemos de blues , su alma gemela seria el Captain Beefheart (con su blues cósmico y dadaísta-surrealista ). Si lo hiciéramos de rock , sus paralelismos con Van Der Graaf Generator o King Crimson son más que evidentes ( el caos y el control , la armonía y la discordia ). El arte no es morir de frío , EL ARTE está en (o es, más bien) El Niño de Elche.
Artistas:
- El Niño de Elche : voz/voces , palmas y jaleo y guitarra española
- Raúl Cantizano : guitarras acústica y española , percusión , samplers y coros
- Susana Hernández : teclados , sintetizadores , electrónica , programación , coros , castañuelas “a pilas” y scratch de vinilo
- Juan Andrés Beato : ingeniero de sonido
- Benito Jiménez : efectos de iluminación
Autor: PEPE «BLUESMAN» MURCIA,
- locutor y director de los programas NIVEL13 y LOS DIRECTOS DE VBR en Vega Baja Radio@NIVEL13_VBRadio / nivel13vbr@gmail.com ,
- miembro de las bandas THE PAW-PAW NEGRO( thepawpawnegro@gmail.com ) y LOS TRANSISTORES ,
- y socio del Cine-club Catral
Escuchar «Antología del Cante Flamenco Heterodoxo» (Sony, 2018)
Deja una respuesta