LA BRITÁNICA es un antiguo complejo industrial ÚNICO EN EUROPA. Los antiguos depósitos de la refinería tienen más de 10.000 metros cuadrados repartidos en ocho grandes depósitos centrales y 16 de tamaño más pequeño en los laterales. Todos ellos desaprovechados en las faldas de la Serra Grossa.
Os sonará, porque en todas las elecciones municipales sirve de reclamo a los diferentes partidos para hacer acopio de «votos culturales» que caen en saco roto cuando la legislatura echa a andar y las prioridades del programa cambian.
En 2016, gobernando el tripartito del que sólo se recuerdan «las cosas malas», se iniciaron los trámites para su cesión y recuperación desde la extinta concejalía de Memoria Histórica. Pero el trámite lleva parado desde 2018, a pesar de que justo antes de las últimas elecciones se anunciara, a bombo y platillo, que el espacio iba a pasar a manos del Ayuntamiento (LEER NOTICIA).
Pero, como evidencia la respuesta del Gobierno el 20 de enero de 2022, resulta que en 2021 el Ayuntamiento de Alicante no había presentado el proyecto a tiempo para la cesión definitiva.
Unas nuevas elecciones confunden a los alicantinos dando a entender que el proyecto necesario (estimado en 15 millones de Euros) se está «ultimando». Pero fuentes del Ministerio de Hacienda afirman que continúan esperando noticias de Barcala (y compañía) desde julio de 2022. Tan simple como que el Ayuntamiento hubiera ejecutado un trámite patrimonial sobre la parcela afectada para completar la cesión.
Entre tanto, nos quedamos sin cesión del museo Thyssen, la reforma del MACA (que hace años se quedó pequeño) sigue en Standby (a pesar de que, también, en 2022 se anunció (LEER NOTICIA), el flamante HUB de Las Cigarreras (también usado como reclamo electoral (LEER), se ha dejado pasar la oportunidad de comprar el Cine Ideal, el Astoria, al parecer, también va a caer en manos privadas (LEER cuando Barcala en campaña anunció que el Ayuntamiento los compraría VER VÍDEO). Miembros del Gobierno Local se han hecho fotos en las fachadas de los Cines Aba 6 (robando el proyecto de Compromís en campaña (LEER), en el NO MUSEO del Antiguo Hospital del Rey, en la Finca de Benisaudet, que, finalmente tampoco tuvo el USO LITERARIO que le habían asignado, los Planos del NO PALACIO DE CONGRESOS, u otros proyectos en saco roto como la subsede del Museo del Ferrocarril que ya nos han vendido cuatro veces, o más.
Al final, lo único que crece de verdad, son las aportaciones a las escuelas Taurinas y los «contratos pelotazo» a empresas que vienen de fuera a gestionar La Feria del Libro, la Plaza de Toros, las Redes sociales de la Concejalía de Cultura y todo lo que este Ayuntamiento saca a concurso. Mientras los Centros Culturales locales ven como sus presupuestos menguan, y temen por el futuro del IVC y el Consorcio de Museos (que han nutrido de contenido gran parte de las programaciones del MACA y Las Cigarreras de los últimos años). Mientras en otras ciudades más realistas, la cultura se va convirtiendo en un epicentro transversal que genera turismo, comercio y otras muchas cosas.
Nadie se quedó con la copla, pero el día de la victoria de Barcala en las elecciones dijo literalmente, que ellos «trabajan lo que a los alicantinos les importa de verdad». Lo triste es que en eso, sí dijo la verdad, y que a gran parte de la ciudadanía, por lo visto, se la suda el patrimonio, la cultura, la oferta artística y todo el potencial que perdemos gastando el dinero en hacer planos, en lugar de llevar a cabo realidades.
Al final, la premonición en forma de viñeta que hizo Gemma Over en 2020 se va a hacer realidad:
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